jueves, 26 de febrero de 2009

Vivian Juanita Malone Jones


Vivian Juanita Malone Jones:

Vivian Juanita Malone Jones. (Mobile, 15 de julio de 1942 - Atlanta, 13 de octubre de 2005) era una destacada activista en pro de los derechos civiles estadounidense.
Ganó fama por ser una de los dos primeros afroamericanos que se matricularon el 12 de junio de 1963 en la Universidad de Alabama, gracias a la sentencia de la Corte Suprema de los Estados Unidos de 1956, que condenaba el segregacionismo y otorgaba plenos derechos a los afroamericanos para cursar estudios universitarios. Vivian se presentó en la Universidad en contra de la voluntad del Gobernador del Estado, George Wallace, que la esperó en la entrada cumpliendo su compromiso con la comunidad de oponerse a la educación mixta entre blancos y negros.




Cuando llegó la Guardia Nacional cuatro horas y media más tarde y tras un discurso racista de Wallace, éste se retiró y los dos estudiantes, Vivian y James Hood, pudieron entrar. Vivian acudía a clase escoltada por policías y durante su estancia se cometieron diversos actos de protesta, incluyendo tres bombas caseras en diferentes puntos del recinto. Finalizó los estudios de empresariales el 30 de mayo de 1965, siendo la primera mujer de raza negra en obtener un título universitario en Estados Unidos. Posteriormente trabajó en el Departamento de Justicia, en la Agencia de Protección del Medio Ambiente y como corredora de seguros.
En 1996, Wallace le pidió perdón públicamente en un acto. En el año 2000 la Universidad donde cursó estudios le concedió el Doctorado en Letras. Con ocasión de este acto realizó su entrevista más larga para un medio de comunicación en la que afirmó que se sentía "como una mujer privilegiada que ha tenido el honor y ha representado a todos aquellos que luchaban por causas justas".


miércoles, 25 de febrero de 2009

El antisemitismo:

El antisemitismo es un término que hace referencia al prejuicio o la hostilidad abierta hacia los judíos como grupo generalizado. Suele manifestarse en una combinación de prejuicios de tipo religiosos, raciales, culturales y étnicos. Aunque la etimología del término podría dar a entender que se trate de un prejuicio contra los pueblos semitas en general, el término se usa en forma exclusiva para referirse a la hostilidad contra los judíos. El antisemitismo puede manifestarse de muchas formas, desde formas de odio o discriminación individuales, ataques de grupos nucleados con dicho propósito, o incluso violencia policial o estatal.

Los especialistas suelen distinguir tres épocas claramente diferenciables en la historia del antisemitismo, que ha dado lugar a tres tipos de naturaleza bien distinta:

  • Antisemitismo religioso: el cristianismo, que comenzó como movimiento dentro del judaísmo, demonizó al judío a través de toda clase de libelos y fomentó durante siglos el odio anti-judío por toda Europa. Además de la hostilidad religiosa, se produjeron las conversiones a la fuerza, que dieron lugar al fenómeno del marranismo. Las persecuciones normalmente tuvieron carácter local. Muchos judíos expulsados se instalaron en tierras del Islam, donde corrieron distinta suerte según lugares y épocas, desde la tolerancia legal como grupo social inferior (véase dhimmi) hasta eventuales persecuciones y matanzas, pero en general no sufrieron el acoso al que se vieron sometidos sus correligionarios europeos, ni se les obligó de forma directa a convertirse a la fe musulmana (aunque hay documentadas conversiones forzosas), si bien la situación de inferioridad y de indefensión eran una invitación a convertirse al Islam.

  • Antisemitismo racial: A finales del siglo XIX, cuando los prejuicios religiosos comienzan a quedar desacreditados gracias al liberalismo y a las ideas de la Ilustración, surge en Alemania y después en Francia una nueva fase del antisemitismo –el antisemitismo por antonomasia–, esta vez vinculado a la noción de raza y a la construcción de las naciones, sin connotaciones religiosas, sino nacionalistas y racistas, y circunscrito principalmente a Europa. Tuvo su máxima expresión durante el nazismo.

  • Antisemitismo ideológico (también conocido como «nuevo antisemitismo): Tras conocerse el Holocausto y después del Concilio Vaticano II, el antisemitismo tradicional, basado en la raza o en la religión, prácticamente había desaparecido. Según algunos autores, surge entonces un nuevo antisemitismo, que esta vez estaría asociado a la nueva izquierda postsesentayochista y al mundo islámico, y se centra en la legitimidad del Estado de Israel y del conflicto territorial en Oriente Medio. A juicio de los autores que propugnan el concepto, este nuevo antisemitismo «demoniza» el sionismo (al convertirlo en sinónimo de «colonialismo», «imperialismo», «supremacismo» y «racismo») y a «Israel» (como abstracción que encarna nuevamente el mal absoluto, el «judaísmo mundial» y lo «eterno judío»). Aunque no todo el antisionismo es antisemita, este concepto ha servido como refugio de un nuevo antisemitismo.

Algunas de las formas más persistentes del antisemitismo tradicional se basan en estereotipos, calumnias y mitos que han perdurado durante siglos, y que todavía dejan rastro en el lenguaje, en la cultura y en frases hechas. Otras, como el mito del dominio mundial, son formulaciones más modernas y plenamente vigentes. A continuación se citan algunas de las formas de antisemitismo más conocidas:

Mito del deicidio:

El deicidio –el asesinato de Dios – es el mito antisemita más antiguo y el más importante, hasta la irrupción del actual mito sobre la dominación mundial. Este mito se resume básicamente en la siguiente frase: «Dios ha sido asesinado, el Rey de Israel fue muerto por una mano israelita.» Esta frase fue repetida durante siglos, generación tras generación, de forma que para acabar con él, tuvieron que intervenir varias personas, tales como el papa, actualmente, este mito ha quedado en eso, un mito.

La traición de Judas :

Judas Iscariote ha pasado a la tradición cristiana posterior como el traidor por antonomasia. La animadversión popular hacia el personaje se expresa fielmente en la quema, apedreamiento o linchamiento ritual de numerosos muñecos llamados Judas en Carnaval, Semana Santa u otras fiestas populares en distintas celebraciones de España e Hispanoamérica. Esta animadversión hacia Judas, y también hacia los sacerdotes judíos que contrataron sus servicios, fue desviada para que contribuyera al antisemitismo, facilitando la formación de un estereotipo negativo sobre el pueblo judío. A ello ayudó la semejanza entre el nombre de persona Judas y la palabra judío, término que deriva del nombre del reino de Judá . La generalización tuvo éxito a pesar de que evidentemente Judas no era el único judío entre los apóstoles, de que los demás apóstoles judíos no traicionaron a Jesús y de que el propio Jesús fue judío.

Libelo de sangre :

Básicamente, consiste en la acusación de que los judíos asesinan a no judíos (en especial cristianos, o bien niños, tanto propios como ajenos) con el fin de utilizar su sangre en la Pascua o en otros rituales. Hubo cientos de libelos basados en esta creencia, con nuevas variantes que se iban incorporando a lo largo de los siglos.
No eran simples leyendas para entretener a la audiencia: esos mitos ejercieron de desencadenantes de numerosas persecuciones, ensañamientos y crímenes. Las expulsiones de judíos iban precedidas de un clima hostil creado mediante esta clase de libelos.

A pesar de sus variantes, todos los libelos de sangre siguen un esquema parecido:

  • Se encontraba un cadáver (habitualmente un niño y cerca de la Pascua cristiana).
  • Los judíos eran acusados de haberlo asesinado y de usar su sangre con fines rituales.
  • Los principales rabinos eran torturados hasta que confesaban el supuesto crimen.
  • El resultado era la expulsión de toda la comunidad judía de esa comarca, o directamente su exterminio.

Mito del dominio mundial :

Ya en 1807 el canónigo jesuita de la Catedral de Notre-Dame, Agustín Barruel, alertó al gobierno francés acerca de un supuesto complot judío internacional «que transformaría iglesias en sinagogas». No obstante, la plasmación más conocida de este mito son Los protocolos de los sabios de Sión, un libelo escrito en 1902 que, pese a que se sabe falso de forma fehaciente, sigue siendo reeditado sin descanso, especialmente en los países árabes.

El Holocausto:

El Holocausto es el nombre que se aplica al genocidio de aproximadamente seis millones de judíos europeos, y de otros muchos grupos de Europa y el Norte de África, durante la Segunda Guerra Mundial. El Holocausto fue planificado y ejecutado por la Alemania nacionalsocialista, dirigida por Adolf Hitler, como parte de un programa deliberado de exterminio que involucró el asesinato sistemático e industrializado.



Ésta es la estrella de David, símbolo que llevaban cosido a la ropa todos los judíos para que los nazis pudieran reconocerlos.

Otros grupos fueron perseguidos y asesinados por el régimen, incluyendo gitanos; soviéticos, particularmente prisioneros de guerra; comunistas; polacos étnicos; otros pueblos eslavos; los discapacitados; hombres homosexuales y disidentes políticos y religiosos.
Muchos estudiosos no incluyen a estos grupos en la definición de Holocausto, definiéndolo como el genocidio de los judíos o lo que los nazis llamaron la "Solución Final del problema judío." Según el criterio más o menos restringido que se adopte para definir el Holocausto, la cifra de víctimas varía. Algunos historiadores lo circunscriben a lo sucedido entre los judíos y el Tercer Reich (unos 5,8 millones de víctimas). Otros estudiosos consideran que debe aplicarse también a las víctimas polacas, y a otros pueblos eslavos y gitanos. Un tercer grupo amplía el término para que abarque también a los homosexuales, los disminuidos físicos y mentales y los Testigos de Jehová, de modo que se estiman en 11 o 12 millones las víctimas del Holocausto, de las cuales la mitad eran judíos. Las aproximaciones oficiales sobre la gente que fue asesinada son las siguientes:
polacos judíos (15,56 %) y no judíos (13,78 %)
alemanes judíos (13,33 %)
eslavos (26,66 %)
prisioneros de guerra soviéticos (17,78 %)
gitanos (3,56 %), y alemanes «arios» opositores políticos (generalmente personas con ideas de *izquierda y librepensadores) (6,67 %)
discapacitados (1,34 %)
homosexuales (1,12 %)

Los campos de concentración nazis fueron establecidos como lugares donde los reclusos eran utilizados como mano de obra esclava hasta que morían por agotamiento o enfermedad.
Allí donde la Alemania Nazi conquistaba nuevos territorios al este de Europa, escuadrones especializados llamados Einsatzgruppen asesinaban judíos y oponentes políticos en fusilamientos masivos. Los judíos y los gitanos fueron encerrados en ghettos antes de ser transportados por centenas o millares por trenes de carga hacia campos de exterminio donde, si sobrevivían al viaje, la mayoría de ellos era asesinada en cámaras de gas. Todo el aparato burocrático alemán estuvo involucrado en la logística del asesinato masivo, convirtiendo al país en lo que un académico ha llamado "un Estado genocida".


Algunos personajes importantes de la historia que murieron en el holocausto fueron los siguientes:








Léon Blum, político francés judío, asesinado por los nazis en el campo de concentración de Buchenwald.



Edith Stein, Monja católica de origen judío que murió en las cámaras de gas de Auschwitz.