viernes, 19 de junio de 2009

El beso!!!!!







Cuando la Guerra Fría se caldeó. Entre dirigentes comunistas era habitual el beso de bienvenida, pero Leónidas Breznev - izquierda - y Erich Honecker, líderes de la URSS y la República Democrática Alemana, se mostraron excesivamente efusivos en esta célebre foto de 1979.



Último trabajo del blog, por fiiiiiiiinnnnnnnnnnnnnnnn!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Ley de prensa. Fraga. 1969.

El 15 de marzo de 1966, el Pleno de las Cortes aprobó con sólo tres votos en contra la Ley de Prensa e Imprenta, conocida como «Ley Fraga», pues a la sazón ocupaba el Ministerio de Información y Turismo Manuel Fraga Iribarne.
Hasta entonces, la información en España se había regido por una ley dictada en abril de 1938, en plena Guerra Civil, por Serrano Suñer. Aquella ley de guerra imponía la censura previa, contenía duras sanciones contra cualquier vulneración a su articulado y dificultaba enormemente la creación de nuevos medios informativos.
La «Ley Fraga» mejoraba sustancialmente la situación, pues reconocía el derecho a una información libre. Desgraciadamente, su famoso artículo 2º matizaba tales libertades de forma tan amplia e imprecisa que su ejercicio sería casi imposible y quedaba sujeto a tan arbitrarias interpretaciones que a su amparo, en los once años que estuvo vigente, se abrieron cerca de seiscientos expedientes administrativos a medios informativos y periodistas.
Y, pese a todo, la «Ley Fraga» suscitó un optimismo extraordinario. En los años siguientes nacieron siete diarios: Tele Express, Nuevo Diario, Diario SP, Nivel, Diario Femenino, Diario de Pontevedra y Primera Página, pero su diversa y, en general, adversa fortuna pondría de manifiesto las limitaciones que encajonarían la prensa española en los años sesenta y setenta... años cruciales, pues en ellos se decidió la Ley de Sucesión, ocurrió el asesinato de Carrero Blanco, la muerte de Franco y el comienzo de la transición que nos conduciría a la democracia.
Debe decirse que, aparte de la presentación previa de los ejemplares en la oficina de control del Ministerio, la información internacional era prerrogativa exclusiva de la estatal Agencia EFE; en el mundo de las ondas, Radio Nacional era la única emisora que podía dar información (entendiéndose información política); en el campo de la Televisión, sólo existía por entonces una cadena y ésta era estatal. Además, fue reformado el Código Penal, que tipificó como delitos las infracciones contra el mencionado artículo 2º, y se puso en marcha, en 1968, la Ley de Secretos Oficiales, que impediría a los medios de comunicación hablar sobre temas tales como la descolonización de Guinea, el escándalo Matesa y diversos asuntos de terrorismo.
En el funcionamiento de aquella Ley durante los días cruciales del final del franquismo deben distinguirse varias etapas. La primera es, sin duda alguna, la del ministro que la puso en marcha, Manuel Fraga Iribarne, que estuvo al frente de Información y Turismo hasta finales del verano de 1969. Fueron poco más de tres años en los que se incoaron 457 expedientes contra la prensa, de los cuales tres concluyeron en sanciones muy graves, 27 graves y 151 leves... Como muy graves deben calificarse los cierres por dos meses del Diario Madrid y del semanario Destino; como graves, la condena a Néstor Luján y los procesos a Martínez Albertos, Pedro Altares, Rafael Calvo y Miguel Angel Gozalo. Pero el caso más grave, con mucho, fue el del diario, entonces de corte liberal, El Alcázar, cuya cabecera explotaba la empresa Prensa y Ediciones S.A. (PESA). El 27 de septiembre de 1968 fue suspendida su publicación, hasta que su cabecera terminó nuevamente en poder de sus primitivos propietarios, quienes lo sacaron a la calle convertido en un órgano ultraconservador.
El periodo Fraga Iribarne se cerró con los peores augurios para la libertad en España. Primero, un estado de excepción provocado por el comienzo del terrorismo etarra, que nos volvió a los días de la censura. Luego, la designación como «sucesor a título de Rey» del Príncipe Juan Carlos, asunto de buen augurio si no hubiera sido por el escándalo Matesa, que estalló inmediatamente después y terminó cargándose aquel Gobierno, con Fraga incluído, e instalando a Sánchez Bella en el Ministerio de Información y Turismo, un hombre incapaz de pensar o moverse en otra dirección que la indicada por las orejeras que llevaba puestas desde su juventud.
Sánchez Bella llegó al Ministerio en el otoño de 1969 y puso la primera piedra en su lucha contra la libertad y la información abortando el nacimiento del diario Nivel. Poco después la revista Triunfo era suspendida por cuatro meses, poniéndola al borde de la quiebra.
Pero este inefable ministro alcanzaría el cénit de su obra inquisitorial cerrando, el 25 de noviembre de 1971, el Diario Madrid, aprovechándose de un problema de propiedad de acciones. La destrucción del edificio por la inmobiliaria que lo compró fue, seguramente, la imagen más elocuente de la opresión final del franquismo.
En esos momentos postreros del régimen ocurrieron cosas importantes en el mundo de la prensa: nació Cambio 16 (1972), el semanario más importante del final de la dictadura y de la transición y cabeza de un grupo clave para la instauracuión de la democracia. Pese a las medidas de la dictadura, la libertad rompía las cadenas. Hubo un ministerio efímero, el de Liñán Zofío, conocido porque estaba al frente de Información y Turismo cuando ETA asesinó a Carrero Blanco.
Con la muerte del presidente del Gobierno, se remodeló este, llegando a Información y Turismo Pío Cabanillas Gallas, tercera etapa en el control de la «Ley Fraga», la que todos los periodistas recordamos como más libre y aperturista. Es la época de la eclosión de las revistas (auge de Cambio 16, nacimiento de Doblón, Hermano Lobo, Por Favor, Ciudadano...) y revolución del lenguaje, buscando claves comprensibles para los lectores y difícilmente sancionables por el aparato represor («el paro ilegal», o sea, la huelga; presos condenados por el Tribunal de Orden Público, igual a presos políticos, que, según el franquismo, no existían, etc).
Franco estaba enfermo, la Prensa rompía el corsé de la «Ley Fraga», la oposición pululaba con cierta soltura por la Universidad, los despachos de abogados y los comités de empresa... el país cambiaba a ojos vistas, pero la Dictadura aún daría el último coletazo. Pío Cabanillas saltaba del Ministerio y era sustituído por León Herrera Esteban, otro inquisidor. A él se deben los cierres temporales de Triunfo, Cambio 16, y las sanciones contra el Correo de Andalucía, el Ya y Por Favor, el encarcelamiento del periodista Huertas Clavería y, en fin, 147 actuaciones administrativas en sólo el primer semestre de 1975.
Franco murió el 20 de noviembre de 1975 y, la «Ley Fraga» comenzó a oxidarse

Checas de Madrid.

Una checa o cheka era una instalación que durante la guerra civil española utilizaban los milicianos del bando republicano -especialmente los partidos y sindicatos de izquierda- para detener, interrogar y juzgar de forma sumarísima. Eran conocidas por la calle donde se encontraban, o bien por el nombre de quien las dirigía. Aparte de las que dependían directamente del Gobierno de la República –como las de las calles de Bellas Artes y Fomento 9–, varios partidos políticos, ateneos, comités, sindicatos u organizaciones del Frente Popular disponían de una.
También pasaron por estas cárceles clandestinas numerosos disidentes de la república, desde simpatizantes del bando nacional y derechistas que disentían con cualquier idea socialista, hasta revolucionarios de izquierda que disentían con las ideas estalinistas y del PCE. Se llamaban "checas" por ser éstas las siglas del organismo de la policía política en la URSS de 1917, la Checa, cumpliento un rol análogo en la represión política.

Andreu Nin

Dirigente revolucionario español (El Vendrell, Tarragona, 1892 - Barcelona, 1937). Sus inquietudes sociales le llevaron a militar sucesivamente en movimientos políticos tan diversos como el republicanismo catalanista, el socialismo del PSOE, el anarcosindicalismo de la Confederación Nacional del Trabajo (de la que llegó a ser secretario general en 1921) y el marxismo-leninismo del Partido Comunista de España (al que se adhirió nada más fundarse, en aquel mismo año).
Permaneció en la Unión Soviética como funcionario de la Internacional Sindical Roja (Profintern) hasta que fue expulsado por Stalin por sostener posturas políticas cercanas a Trotski (1929). Regresó entonces a España y formó un partido propio con los trotskistas españoles escindidos del PCE: Izquierda Comunista de España (1930).
La proclamación de la Segunda República en 1931 permitió al partido actuar dentro de la legalidad y desarrollar una activa propaganda, dirigida por Nin desde que fue elegido secretario general (1932). Pero su estrategia «entrista» (consistente en infiltrarse en el gran partido obrero de masas que era el PSOE) fue desautorizada por Trotski, con quien también acabó rompiendo Nin en 1934.
Un año después unificaba su partido con el Bloque Obrero y Campesino de Joaquín Maurín, dando lugar al Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). Al estallar la Guerra Civil en 1936, Maurín fue detenido por los militares sublevados, sustituyéndole Nin como secretario general del POUM.

Paracuellos de Jarama.

Las llamadas matanzas de Paracuellos fueron una serie de episodios organizados de asesinato masivo de varios miles de prisioneros considerados opuestos al bando republicano. Tuvieron lugar durante la Batalla de Madrid en el transcurso de la Guerra Civil Española, en los parajes del arroyo de San José, en Paracuellos de Jarama, y Soto de Aldovea, en el término de Torrejón de Ardoz, cercano a la capital española.
Las matanzas se realizaron aprovechando los traslados de presos de diversas cárceles madrileñas, conocidos popularmente como sacas, llevados a cabo entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre de 1936, mientras se enfrentaban las tropas gubernamentales y franquistas por el control de la ciudad. Del total de 33 sacas de presos que tuvieron lugar en las fechas citadas, 23 de ellas terminaron en asesinatos: las de los días 7, 8, 9, 18, 24, 25, 26, 27, 28, 29 y 30 de noviembre y las del 1 y el 3 de diciembre. Entre el 10 y el 17 de noviembre no hubo extracción alguna, y desde el 4 de diciembre cesaron.
Los convoyes mencionados fueron desviados hacia los lugares del arroyo San José, en la vega del río Jarama, y a un caz o canal de irrigación fuera de uso, en la vega del río del Henares donde miles de prisioneros fueron asesinados. Entre ellos se encontraban militares que habían participado en la sublevación o que no se habían incorporado a la defensa de la República, falangistas, religiosos, militantes de la derecha, burgueses y otras personas que en su inmensa mayoría habían sido detenidas por ser simplemente consideradas como partidarias de la sublevación, y custodiadas sin amparo legal ni acusación formal.
Tras ser extraídos de las prisiones con listas elaboradas y notificaciones de traslado o libertad con membrete de la Dirección General de Seguridad y, en ocasiones, firmadas por Segundo Serrano Poncela, el delegado de Orden Público de la Consejería de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid, encabezada por Santiago Carrillo, y posteriormente fusilados de manera sumaria por milicias pertenecientes a las organizaciones obreras. Antes del 7 de noviembre ya habían tenido lugar algunas sacas, especialmente durante el mes de octubre, fruto del cambio de manos del control de las prisiones, que pasó de las de los funcionarios de prisiones a las de las milicias a raíz del asalto a la Cárcel Modelo, que tuvo lugar el 22 de agosto de 1936, si bien el número de asesinados fue mucho menor y carecieron del carácter sistemático y organizado que tuvieron las de noviembre y diciembre.
La matanzas de Paracuellos son consideradas las de mayor dimensión que tuvieron lugar en la retaguardia de la zona republicana. El número de asesinados ascendió a varios miles, entre 2.000 y 5.000, si bien la cifra exacta sigue siendo objeto de discrepancia y controversia. También son objeto de enconadas discusiones aspectos como quién dio la orden de ejecutar a los evacuados de las cárceles, por qué unas sacas terminaron en asesinatos masivos en tanto que en otras los prisioneros llegaban sanos y salvos a su destino y, en definitiva, las responsabilidades directas e indirectas de los fusilamientos.

Ejecuciones 1975 ETA y FRAP.

En España, la violencia terrorista de extrema izquierda presenta la peculiaridad de abordar un combate real contra un régimen dictatorial al que ya se había intentado subvertir por métodos de guerrilla rural (maquis) y urbana (Sabaté, Facerías y otros anarquistas) en las décadas anteriores. En octubre de 1964, el recién constituido PCE (m-1), pionero de los grupos maoístas españoles, proclamó la necesidad de una "guerra popular" antifranquista que debía ser llevada a cabo por unas Fuerzas Armadas Revolucionarias. El Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico (FRAP), constituido oficialmente en París en noviembre de 1973, tenía como objetivo la instauración de una República Popular y Federativa a través de un movimiento insurreccional. Tras la ruptura con el Partido Comunista Chino y su acercamiento al modelo albanés, los activistas del PCE (m-1) intervinieron por primera vez en enfrentamientos callejeros con la Policía Armada los días 1 y 2 de mayo de 1973, causando la muerte de un agente. Las fuerzas de seguridad practicaron detenciones masivas de militantes, pero la acción callejera no resultó un factor desestabilizador determinante, y ante la aceleración del cambio político con la muerte de Carrero Blanco y la primera enfermedad del dictador, el Comité Permanente del FRAP decidió, en abril de 1975, cambiar de estrategia. Se trataba de organizar una campaña armada en Valencia, Barcelona y Madrid con acciones de baja intensidad y carácter limitado: robo de armas, atracos y agresiones a personas y empresas relacionadas con conflictos laborales, contra locales del Estado e intereses norteamericanos. Sin embargo, los asesinatos de varios policías ese verano condujeron a una nueva oleada de represión: once miembros del FRAP fueron juzgados en un consejo de guerra, y tres fueron condenados a muerte y fusilados junto a dos militantes de ETA el 27 de septiembre de 1975.Por esa época proliferó en Barcelona y su periferia una serie de grupos armados de corta vida y posición ideológica muy heterogénea. El más destacado fue el Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), grupúsculo marxista-anarquista cercano al consejismo y a la tradición violenta de anarquismo catalán, que creó los Grupos Armados de Combate (GAC) dedicados a la agitación armada (robos y atracos) entre febrero de 1972 y marzo de 1973, hasta su autodisolución en agosto de 1973 y la ejecución el 2 de marzo de 1974 de uno de sus miembros, Salvador Puig Antich, al parecer vinculado con la actividad del Groupe d'Action Révolutionnaire Internationaliste (GARI) creado en 1973 en Francia, Bélgica e Italia para derribar al régimen de Franco, y que protagonizó diversos atentados con explosivos en el verano de 1974.Varios núcleos procedentes del área del PCE fundaron en Bruselas en septiembre de 1968 la Organización de Marxistas Leninistas Españoles (OMLE), con vista a la reconstrucción del Partido Comunista Marxista Leninista Español al margen de un PCE oficial considerado revisionista. El éxito de ETA, la enfermedad de Franco en el verano de 1974 y la Revolución de los claveles en Portugal animaron al Partido Comunista de España Reconstituido (nuevo nombre de la OMLE desde junio de 1975) a intensificar una acción armada que, en su opinión, podría desestabilizar a la dictadura. Sus primeras actuaciones violentas coincidieron en el tiempo y en sus objetivos con las que realizó el FRAP: asesinato de cuatro agentes de policía el 1 de octubre de 1975, tras los fusilamientos de activistas de ETA y FRAP a fines del mes anterior. Dos meses después, ya muerto Franco, el PCE(r) se dispuso a la lucha revolucionaria contra la reforma política, reestructurándose en varias comisiones. La comisión técnica se encargaría de planear una acción armada más amplia dentro de un presunto frente antifascista. Este fue el origen de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO).Tras los sucesos de Vitoria, el 3 de marzo de 1976, en que cinco manifestantes murieron en enfrentamientos con la policía, el PCE(r) llamó a las armas y a la creación de un embrión de Ejército Rojo estructurado en núcleos locales y dirigido por un Comando Central. Fue el momento de la aparición de una segunda generación de militantes del GRAPO partidarios de un activismo de agitación en el umbral del terrorismo, cuya presentación pública fue una serie de explosiones. el 18 de julio de 1976, aniversario del inicio de la Guerra Nacional revolucionaria. Sin embargo, el secuestro el 11 de noviembre de 1976 (pocos días antes del referéndum para la reforma política) del presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol y Urquijo, y del presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, general Villaescusa, el 24 de enero de 1977 (el mismo día que unos pistoleros del entorno del sindicato vertical asesinaron a cinco abogados laboralistas en un despacho de la madrileña calle de Atocha), y la muerte de varios miembros de las fuerzas de seguridad cuatro días después supusieron un salto cualitativo hacia una violencia de carácter provocativo. Violencia que coincidía de forma sospechosa con actos de la ultraderecha que alimentaron la "estrategia de la tensión" en esas semanas cruciales de la transición a la democracia. Aunque en 1979 cuadruplicó el número de atentados con relación a los dos años precedentes, el GRAPO no logró sus objetivos: ni consiguió desestabilizar al régimen naciente ni fortalecer su imagen como grupo revolucionario, sino que más bien la deterioró, al aparecer ante la opinión como un grupúsculo de provocadores manipulados por la ultraderecha o por algún servicio de inteligencia extranjero.La transición democrática permitió una fugaz suavización de la legislación represiva de los delitos políticos, pero el recrudecimiento de las acciones violentas impuso el retorno a una legislación de excepción. El 26 de diciembre de 1984 se promulgó la ley orgánica contra la actuación de las bandas armadas y elementos terroristas, de desarrollo del artículo 55.2 de la Constitución. Esta Ley Antiterrorista, inspirada en el modelo italiano, ampliaba los plazos de detención e incomunicación de los detenidos, restringía los derechos de asistencia letrada, facilitaba los registros policiales, la intercepción de las comunicaciones privadas y la suspensión cautelar de asociaciones y cargos públicos, además de agravar las penas establecidas, equiparando la frustración al delito consumado, fijando penas mínimas para determinados actos delictivos y previendo circunstancias de atenuación en el caso de terroristas arrepentidos. La amnistía de 1977, la normalización democrática y la creciente eficacia de la represión jurídica y policial dejó al PCE(r) como grupo residual. El GRAPO mantuvo esporádicamente sus acciones armadas a través de comandos móviles como baza para una eventual negociación con el Gobierno respecto a la amnistía, la depuración del aparato del Estado, la garantía de las libertades políticas y la neutralidad exterior. Pero la captura por parte de la policía de la práctica totalidad de sus comandos operativos y servicios técnicos e informativos obligó al GRAPO a simplificar su estructura y a actuar desde 1980-81 de forma más esporádica.Después de una nueva oleada de detenciones de activistas efectuadas tras el 23-F y la muerte de los dirigentes Enrique Cerdán Calixto (5-IX-1981) y Juan Martín Luna (5-XII-1982), sólo un puñado de militantes se mantuvo en la clandestinidad, colocando explosivos en zonas turísticas y realizando atracos a mano armada o extorsiones a empresarios. Tras la llegada al poder del PSOE y el fracaso de los contactos habidos con representantes del Ministerio del Interior en 1983 para el abandono de la violencia, el GRAPO se escindió entre los que consideraban cerrada la crisis revolucionaria y pretendían abandonar las armas, los que deseaban la articulación de un auténtico partido combatiente y los "atentistas" partidarios de reorganizar y fortalecer el PCE(r) a la espera de tiempos mejores. A mediados de enero de 1985, la policía desarticuló de nuevo la estructura del GRAPO, y en noviembre de 1989 el Ministerio de Justicia decidió la dispersión de los presos de la organización. A pesar de los avances en la reinserción individual de sus integrantes y de las detenciones periódicas de sus dirigentes más activos, el GRAPO parece haberse enquistado en un terrorismo de resistencia cuya salida política resulta muy incierta.

Salvador Puig Antich

Los episodios del "Mayo francés" de 1968 y la muerte del estudiante Enrique Ruano en la Dirección General de Seguridad en 1969 fueron decisivos para que Puig Antich decidiera implicarse activamente en la lucha contra la dictadura franquista. Su primera militancia sería en las plataformas de Comisiones Obreras, formando parte de la Comisión de Estudiantes del Instituto Maragall. Ideológicamente, pronto evolucionó hacia posiciones anarquistas, que rechazaban cualquier tipo de dirigismo y jerarquía dentro de las organizaciones políticas y sindicales en la lucha de la clase obrera hacia su emancipación. Tras iniciar estudios universitarios de Ciencias Económicas, hace el servicio militar en Ibiza, donde es destinado a la enfermería del cuartel. Una vez licenciado, se incorpora al Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), integrándose en su rama armada, en lucha contra el capitalismo. Los MIL no se consideraron un grupo en la línea del FRAP o ETA. Nunca atentaron contra fuerzas de seguridad ni pusieron bombas.
Puig Antich y sus compañeros se movían con facilidad en el mundo de la lucha clandestina. Puig participa, haciendo de chófer, en las acciones del grupo, que consistían generalmente en atracos a bancos. Los botines se destinaban a financiar las publicaciones clandestinas del grupo. Crearon la revista "CIA" [Conspiración Internacional Anarquista] y la editorial "Mayo 37". También se ofrecieron para ayudar económicamente a huelguistas, pero a éstos les daba miedo recibir un dinero proveniente de los atracos. Viajaban a menudo al sur de Francia, donde se relacionaban con viejos militantes cenetistas.
En agosto de 1973, el grupo se reunió en Francia para celebrar el congreso de autodisolución del MIL. El mes siguiente, tras el atraco a una oficina de La Caixa, empezaría una fuerte ofensiva policial contra los militantes del MIL.
El 2 de marzo de 1973 un contable de la sucursal del Banco Hispanoamericano de Barcelona resultó herido de gravedad durante un atraco perpetrado por Salvador Puig Antich, Jean Marc Rouillant, José Luis Pons Llobet y Jordi Solé Sugranyes. A partir de entonces la policía creó un grupo especial para desarticular esta banda. La nueva situación creó dudas y contradicciones en el seno del MIL. En agosto de 1973 la mayoría de sus miembros, descontentos con la trayectoria del grupo, decidieron su disolución. Sin embargo, Puig Antich, los hermanos Solé Sugranyes y José Luis Pons decidieron continuar.
El 15 de septiembre de 1973, en lo que fue el último atraco del MIL, en Bellver de Cerdanya la Guardia Civil detuvo a Oriol Solé y a José Luis Pons, mientras que Jordi Solé consiguió escapar a Francia. Unos días después la policía detuvo a la novia de Pons y a Santi Soler que, al ser interrogado, acabó confesando que tenía una cita el 25 de septiembre con Xavier Garriga en el bar El Funicular. Se preparó un operativo para ese día esperando detener a Garriga. Aunque no se esperaba la presencia de Puig Antich, finalmente los dos anarquistas son abordados. Garriga iba desarmado y no opuso resistencia. Puig se resistía al arresto, por lo que entre los inspectores Bocigas y Santorum y el subinspector Anguas trataron de reducirle con una zancadilla y mediante golpes en la cabeza con la culata de las pistolas. En ese momento le ocuparon una pistola Kommer, calibre 6,35 milímetros, cargada y sin montar. Sin embargo el forcejeo continuó y cinco policías introdujeron a Puig y a Garriga en un portal situado en el número 70 de la calle Girona. En ese momento se escuchó un disparo, que aprovechó Garriga para escapar, aunque fue perseguido por los policías Rodríguez y Algar y atrapado gracias a la colaboración ciudadana. Mientras tanto se produjo un tiroteo en el portal donde habían quedado Puig Antich, Bocigas, Anguas y Fernández Santorum, resultando malherido Puig Antich y muerto el subinspector Francisco Anguas Barragán, de 23 años.
Puig Antich fue encarcelado, acusado de ser el autor de los disparos que causaron la muerte a Anguas Barragán y, posteriormente, juzgado en consejo de guerra y condenado a muerte "por la muerte de un funcionario público por razones políticas". Unos pocos partidos de extrema izquierda, colectivos de derechos humanos y mandatarios extranjeros, como el Vaticano o el canciller alemán Willy Brandt pidieron su indulto. En la opinión de los abogados, hermanas y novia de Puig Antich, hay amplia coincidencia en que para pedir el perdón para Puig Antich no se movilizaron los partidos y sindicatos tradicionales de oposición, ni hubo una presión popular en la calle. Salvador Puig Antich, de 25 años, pasó su última noche en la celda 443 de la cárcel Modelo de Barcelona, y fue ejecutado mediante garrote vil por el verdugo titular de la Audiencia de Madrid, Antonio López Sierra, en la sala de paquetería de la prisión el 2 de marzo de 1974 a las 9:20 horas de la mañana, certificando su muerte un capitán médico a las 9:40 horas. En muchos países de Europa se organizaron manifestaciones como protesta por la ejecución.
Puig Antich está enterrado en el Cementerio de Montjuïc (agrupación 14, nicho 2737).

Julián Grimau

Julián Grimau García fue político comunista español, nacido en Madrid en 1911 y fusilado en la misma ciudad en 1963.
En su juventud militó en Izquierda Republicana. Al estallar la guerra civil, ingresó en el Partido Comunista de España (PCE). Pasó la guerra en Barcelona, donde se dedicó a labores policiales (su padre, Enrique Grimau, había sido inspector de policía). Al ser derrotada la República, se exilió a Latinoamérica, estableciéndose posteriormente en Francia. Fue uno de los dirigentes del PCE durante la época franquista. En 1954, durante el congreso del partido celebrado en Praga, fue elegido miembro de su comité central. A partir de 1959 se haría cargo de la dirección del partido "en el interior", es decir, en España, donde tuvo que residir clandestinamente a lo largo de varios periodos.
Su actividad le hizo ser una de las personas más buscadas por la policía española. Tras su detención, fue juzgado por sus crímenes y fue fusilado por el régimen franquista.
La prensa internacional volcó su atención sobre el caso Grimau y hubo manifestaciones multitudinarias en varias capitales europeas y latinoamericanas. Más de 800.000 telegramas llegaron a Madrid pidiendo la paralización de lo que consideraban un juicio farsa. Aún hoy, numerosas ciudades de todo el mundo honran al madrileño con calles y edificios oficiales que llevan su nombre.

El escritor y periodista de extensa trayectoría en el franquismo, Emilio Romero Gómez (Arévalo, Ávila, 1917 - Madrid, 2003) recogió en su libro Los papeles reservados, (diciembre 1985) una serie de documentos de testigos que aún vivían y recordaban las torturas realizadas por Julián Grimau en Barcelona durante la Guerra Civil. El periodista recoge testimonios directos de personas torturadas por Grimau. En ellos, se acusa a Grimau de torturas tan salvajes como palizas, aplicación de descargas eléctricas en los testículos, obligación de ingesta de los propios orines, entre otras. La única fuente localizada de este relato se encuentra en la página web de la Fundación Francisco Franco.

Lluís Companys.

En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 es elegido concejal del Ayuntamiento de Barcelona por Esquerra Republicana de Catalunya. A mediodía del 14 de abril accedió, con Amadeu Aragay, Lluhí i Vallesà y otros al balcón del Ayuntamiento y proclamó la República en Cataluña, deponiendo al alcalde accidental Antonio Martínez Domingo.
El 16 de abril de 1931 fue nombrado gobernador civil de Barcelona, cargo que ocupó hasta el mes de mayo en que fue sustituido por Carles Esplà.
El 28 de junio de 1931, con motivo de las Elecciones generales españolas de 1931, fue elegido diputado por Barcelona. Ejercerá la jefatura en las Cortes españolas del grupo parlamentario de Esquerra, interesándose por la aprobación del Estatuto de autonomía de Cataluña, conocido como Estatuto de Nuria, con el mayor nivel posible de autogobierno, la agilización de los traspasos competenciales y la legislación agraria.
El 20 de noviembre de 1932, con motivo de las elecciones al Parlamento de Cataluña de 1932, fue elegido diputado del Parlamento de Cataluña por Sabadell. Posteriormente, el 19 de diciembre de 1932, fue elegido primer presidente del Parlamento de Cataluña.
Companys simultaneó las actas de diputado en las Cortes españolas y en el Parlamento de Cataluña que presidía hasta mediados de 1933, cuando abandonó la presidencia del parlamento catalán para integrarse en el gobierno de la Segunda República Española. Entre junio y noviembre de 1933, además, ocupó el cargo de Ministro de la Marina.
Al mismo tiempo, continuando con su afición a los trabajos en la prensa escrita que había iniciado en su juventud, desde noviembre de 1931 hasta enero de 1934 dirigió La Humanitat, el órgano oficial de ERC.
Tras la muerte de Francesc Macià, el 1 de enero de 1934 fue nombrado Presidente de la Generalidad de Cataluña. Durante el año 1934 impulsó la polémica Ley de Contratos de Cultivo, que le enfrentó con los grandes propietarios y con el Gobierno central.
Tras la entrada en el gobierno de la República de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) y al convocarse la huelga revolucionaria de otoño en todo el país, el 6 de octubre de 1934 proclamó el "Estado Catalán" dentro de la República Federal Española desde el balcón de la Generalidad. Tras la intervención militar dirigida por el comandante en jefe de la cuarta división orgánica, el general Batet, Companys fue detenido junto con el gobierno en pleno y encarcelado en el buque Uruguay, fondeado en el puerto de Barcelona. Suspendido el Estatuto de autonomía de Cataluña es trasladado a Madrid, donde fue juzgado y condenado por rebelión el 6 de junio de 1935 por el Tribunal de Garantías Constitucionales, por diez votos a favor y ocho en contra, junto a todo el Gobierno catalán, a treinta años de reclusión mayor e inhabilitación absoluta. Posteriormente se le trasladó al penal de El Puerto de Santa María (Cádiz).

Liberado en 1936 tras la victoria del Frente Popular, en previsión de un posible golpe militar nombró al capitán Frederic Escofet como Comisario General de Orden Público de Cataluña.
Tras el fracaso del golpe de Estado del 18 de julio en Barcelona, Companys decidió dejar partir por el puerto de Barcelona en barcos extranjeros a unas cinco mil personas sospechosas de poca simpatía con el régimen republicano cuya seguridad no podía garantizar en el clima de desbordamiento por la gran cantidad de asesinatos que se produjeron en la retaguardia en los días posteriores.
Durante toda la guerra encabezó el Gobierno de Cataluña tratando de mantener la unidad entre los partidos y sindicatos que le apoyaban. Sin embargo, esto fue muy difícil por las tensiones entre comunistas y socialistas agrupados en el Partit Socialista Unificat de Catalunya y anarquistas de la Confederación Nacional del Trabajo, apoyados estos últimos por el POUM.
A partir de octubre de 1937 se sucedieron sus enfrentamientos con el Gobierno republicano de Juan Negrín, instalado en Barcelona, y en abril de 1938, tras la ocupación de Lérida, escribió una amarga carta al presidente del Gobierno español, quejándose de las arbitrariedades que estaba cometiendo y de la marginación que sufría el Gobierno catalán.

Tras la ocupación de Cataluña por las tropas franquistas, el 5 de febrero de 1939 se exilió a Perpiñán (Francia), trasladándose después a París para trabajar en la representación en el exilio de la Generalidad (Consell Nacional de Catalunya). Terminó sus días en La Baule-les-Pins (Loire-Atlantique) manteniéndose en Francia pese al peligro que corría en un intento por no perder el contacto con su hijo Lluís Companys i Micó (1911-1956), que padecía una grave enfermedad mental. Este hijo había sido fruto de su primer matrimonio con Mercè Micó, de la que se divorció para casarse con Carme Ballester, su segunda y última esposa. Fue allí donde fue arrestado por agentes alemanes de la Gestapo el 13 de agosto y extraditado el 29 de agosto de 1940.
La entrega al gobierno del general Franco se realizó a través de la frontera de Irún. Como había sido juzgado en rebeldía en aplicación retroactiva de la Ley de Responsabilidades Políticas (Conocida como la ley de la justicia al revés) por un tribunal especial de Barcelona sólo tuvo que ser juzgado y sentenciado por Adhesion a la rebelión militar, en una jornada en consejo de guerra por un tribunal militar sumarísimo sin garantías.

Víctimas Guerra civil.

A la sublevación del 18 de julio de 1936 en España, siguió de forma casi inmediata una brutal represión ejercida desde ambos bandos que, persiguiendo la eliminación física de adversario, produjo decenas de miles de muertes.
Estudios, basados en evoluciones demográficas, cifran en 540.000 la sobremortalidad de los años de la Guerra Civil y la inmediata postguerra, y en 576.000 la caída de la natalidad. La estimación de víctimas mortales en la Guerra Civil Española consecuencia de la represión puede cifrarse en 220.000 personas. De ellas, se calcula en unas 50.000 las asesinadas en la retaguardia de la zona republicana y unas 130.000 en la retaguardia de la zona franquista, a las que hay que añadir unos 40.000 muertos en la represión que siguió a la Guerra Civil. Estas estimaciones, aun hoy, 2008, están sometidas a revisión; aunque las víctimas producidas por el bando republicano fueron bien identificadas, las producidas por los sublevados, habiendo sido ignoradas durante el franquismo, hoy existen dificultades para cuantificarlas e identificarlas.

Pena de muerte.


La pena capital o pena de muerte consiste en la ejecución de un condenado por parte del Estado, como castigo por un delito establecido en la legislación; los delitos a los cuales se aplica esta sanción penal suelen denominarse «crímenes» o «delitos capitales».
La ejecución de criminales y disidentes políticos ha sido empleada por casi todas las sociedades en un momento u otro de su historia, tanto para castigar el crimen como para suprimir la disensión política. Actualmente el uso de la pena de muerte ha sido abolido en casi todos los países europeos (excepto Bielorrusia), y la mayoría de los correspondientes a Oceanía (como Australia, Nueva Zelanda y Timor Oriental). En América, Canadá y la mayoría de países latinoamericanos han abolido completamente la pena de muerte, mientras que los Estados Unidos de América, Guatemala y la mayoría de los estados del Caribe la mantienen en vigor, y Brasil la contempla como castigo en situaciones excepcionales, como por ejemplo para castigar la traición cometida en tiempo de guerra. En Asia la pena de muerte está permitida en democracias como Japón e India. En África, se aplica aún la pena de muerte en democracias como Botswana y Zambia.
En muchos países donde aún se aplica la pena de muerte, se la reserva como castigo para crímenes de asesinato, espionaje, traición, o como parte del Derecho militar. En algunos países se aplica también para castigar delitos sexuales, siendo considerados como tales el adulterio o la sodomía. También se castiga con pena de muerte en otros países la apostasía, la renuncia formal a la propia religión. En muchas naciones «retencionistas» (es decir, países que aún aplican la pena de muerte), el narcotráfico es también susceptible de ser castigado con la pena de muerte. En China, el tráfico de personas y los casos graves de corrupción política son castigados con la pena de muerte. En algunos países la pena de muerte se utiliza por motivos políticos, con la máxima difusión posible, como «escarmiento» de masas: en 2007 en Corea del Norte el director de una empresa fue ejecutado públicamente en un estadio deportivo, ante 150.000 personas como castigo por haber realizado llamadas telefónicas al extranjero.
En las fuerzas armadas de todo el mundo, las cortes marciales y consejos de guerra han aplicado la pena capital en delitos de cobardía, deserción, insubordinación y motín. El tema de la pena de muerte es muy controvertido. Los partidarios de la misma argumentan que su aplicación reduce el delito, previene su repetición y es una forma de castigo adecuada para el asesinato. Los detractores argumentan que no reduce el crimen en mayor medida que la cadena perpetua, resulta una violación de los derechos humanos, conduce a ejecuciones de algunos inocentes y supone una discriminación de hecho contra las minorías y los pobres que puedan no tener recursos suficientes en el sistema legal.
Según el informe anual de ejecuciones judiciales de Amnistía Internacional, en el año 2003 fueron ejecutadas al menos 1.146 personas en 28 países. El 84% de las muertes documentadas ocurrieron en cuatro países: la República Popular China llevó a cabo 726 ejecuciones, Irán mató a 108 personas, Estados Unidos a 65 y Vietnam a 64. La última nación en abolir la pena de muerte para todos los crímenes ha sido Albania, a principios del 2007.

El uso de la ejecución formal como castigo se remonta prácticamente a los principios mismos de la historia escrita. Muchos registros históricos, así como prácticas tribales primitivas, indican que la pena de muerte ha sido parte de los sistemas judiciales desde el principio de la existencia de los mismos; los castigos comunitarios incluían generalmente compensación por parte del infractor, castigo corporal, repudio, exilio y ejecución. Sin embargo, en comunidades pequeñas los crímenes suelen ser raros, y el asesinato resulta ser casi siempre un crimen pasional. Por esa razón las ejecuciones y el exilio solían ser castigos muy infrecuentes. Usualmente se solía emplear la compensación o el repudio.
Sin embargo, estas no son respuestas eficaces cuando el crimen es cometido por individuos ajenos a la comunidad. En consecuencia, todo crimen, por pequeño que fuera, tendía a ser considerado como un ataque a toda la comunidad si era cometido por un extranjero, y era castigado con severidad. Los métodos variaban, desde palizas hasta esclavitud o ejecución. Sin embargo, la respuesta a crímenes cometidos por tribus o comunidades vecinas incluían disculpas formales, compensaciones o incluso vendettas.
Cuando no existe un sistema de arbitraje entre familias o tribus, o, existiendo, dicho sistema falla, se producen disputas familiares o «vendettas». Esa forma primitiva de justicia era común antes de la aparición de los sistemas de arbitraje basados en Estados o en la religión organizada. Podía desembocarse en su uso por crímenes, disputas de tierra o la aplicación de códigos de honor: «Los actos de venganza resaltan la habilidad del colectivo social de defenderse a sí mismo, y demuestran a sus enemigos (así como a los aliados potenciales) que los daños a las propiedades, derechos o personas miembros de dicho colectivo no quedarán impunes». Sin embargo, en la práctica suele ser difícil distinguir entre una guerra de venganza, pensada como castigo por una ofensa, y una de conquista.
Las formas más elaboradas de arbitraje de discusiones incluían condiciones y tratados de paz hechos con frecuencia dentro de un contexto religioso, con un mecanismo de compensación también de base religiosa. Se basaba la compensación en el principio de «sustitución», que podía incluir compensaciones materiales (en ganado o esclavos), intercambio de novias o novios, o pago de la deuda de sangre. Las normas de cada tribu o sociedad podían permitir que se pagara la sangre humana derramada con sangre animal, que se compensara con dinero de sangre, o en algunos casos, exigir el pago mediante el ofrecimiento de un ser humano para su ejecución. La persona ofrecida no tenía porqué ser el perpetrador original del crimen, ya que el sistema se basaba en las tribus, no en los individuos. Las disputas de sangre podían ser resueltas en reuniones periódicas, como en los Things vikingos. A pesar de su origen primitivo, los sistemas basados en disputas de sangre pueden sobrevivir de forma paralela a otros sistemas legales más modernos, o ser incluso aceptados en juicios (por ejemplo el caso de los juicios por combate). Una de las formas modernas más refinadas de la disputa de sangre es el duelo.
En ciertas partes del mundo emergieron naciones con la forma de repúblicas, monarquías u oligarquías tribales. Estas naciones solían unirse mediante lazos comunes lingüísticos, religiosos o familiares. La expansión de este tipo de naciones solía darse por conquista de tribus o naciones vecinas. En consecuencia, emergieron varias clases de realeza, nobleza, ciudadanía y esclavitud, por lo que los sistemas de arbitraje tribal tuvieron que modernizarse para formar un sistema de justicia que formalizara la relación entre las distintas «clases» dentro de la misma sociedad, en lugar de entre distintas «tribus» relativamente independientes. El primer y más famoso sistema de justicia conocido para este nuevo tipo de justicia es el Código de Hammurabi, que establecía penas y compensaciones de acuerdo con las distintas clases o grupos sociales de las víctimas y los infractores.
La Torá (ley judía), también conocida como el Pentateuco (el conjunto de los cinco primeros libros del Antiguo Testamento cristiano), establece la pena de muerte para el homicidio, el secuestro, la magia, la violación del shabat, la blasfemia y una amplia gama de crímenes sexuales, aunque la evidencia sugiere que las ejecuciones en realidad eran raras. Tenemos otro ejemplo en la Antigua Grecia, en la que el sistema legal ateniense fue escrito por primera vez por Dracón hacia el 621 a. C.; en él, se aplicaba la pena de muerte como castigo por una lista bastante extensa de delitos (de ahí el uso moderno de «draconiano» para referirse a un conjunto de medidas especialmente duro). De manera similar, en la Europa medieval, antes del desarrollo de los modernos sistemas de prisiones, la pena de muerte se empleaba de manera generalizada. Por ejemplo, en los años 1700 en el Reino Unido había 222 crímenes castigados con la pena capital, incluyendo algunos como cortar un árbol o robar un animal. Sin embargo, casi invariablemente las sentencias de muerte por crímenes contra la propiedad eran conmutadas a penas de traslado a una colonia penal, o algún otro lugar donde el recluso debía trabajar en condiciones muy cercanas a la esclavitud.
A pesar de lo extendido de su uso, no eran extrañas las proclamas a favor de su reforma. En el siglo XII, el académico sefardí Maimonides escribió: «Es mejor y más satisfactorio liberar a un millar de culpables que sentenciar a muerte a un solo inocente».
Maimónides argumentaba que ejecutar a un criminal basándose en cualquier cosa menos firme que una certeza absoluta llevaba a una pendiente resbaladiza de onus probandi decreciente, hasta que al final se estaría condenando a muerte «de acuerdo con el capricho del juez». Su preocupación era el mantenimiento del respeto popular por la ley, y bajo ese punto de vista, creía que eran mucho más dañinos los errores por comisión que los errores por omisión.
Los últimos siglos han sido testigos de la aparición de las modernas naciones-estado, que traen consigo el concepto fundamental e ineludible de «ciudadano». Eso ha provocado que la justicia se asocie cada vez más con la igualdad y la universalidad (la justicia se aplica a todos por igual), lo que en Europa supuso la emergencia del concepto de derecho natural. Otro aspecto importante es la emergencia de las fuerzas de policía e instituciones penitenciarias permanentes. En este contexto, la pena de muerte se ha ido convirtiendo en un factor disuasorio cada vez menos necesario para la prevención de delitos menores como el robo.
El siglo XX ha sido uno de los más sangrientos de la historia de la humanidad. Las guerras entre naciones-estado han supuesto la muerte de millones de personas, una gran parte de las cuales fallecieron a consecuencia de ejecuciones masivas, tanto de combatientes enemigos prisioneros como de civiles. Además, las organizaciones militares modernas han empleado la pena capital como médio para mantener la disciplina militar. En el pasado, la cobardía, la ausencia sin permiso, la deserción, la insubordinación y el pillaje eran crímenes que en tiempo de guerra solían castigarse con la muerte. El fusilamiento se convirtió en el principal método de ejecución en el ámbito militar desde la aparición de las armas de fuego. Así mismo, varios estados autoritarios: por ejemplo, varios con regímenes fascistas o comunistas: han usado la pena de muerte como un potente método de opresión política. En parte como reacción a este tipo de castigo excesivo, las organizaciones civiles han empezado durante este siglo a poner un énfasis creciente en el concepto de los derechos humanos y la abolición de la pena de muerte.

jueves, 18 de junio de 2009

Genocidio de Ruanda.

El Genocidio de Ruanda es un genocidio perpetrado en Ruanda en 1994 por parte de facciones de hutus, sobre tutsis y hutus moderados.

En abril de 1994 el asesinato del general Juvénal Habyarimana y el avance del Frente Patriótico Ruandés desencadena una multitud de masacres en el país contra los tutsis obligando a un desplazamiento masivo de personas hacia campos de refugiados situados en la frontera con los países vecinos, en especial el Zaire (hoy República Democrática del Congo). En agosto de 1995 tropas zaireñas intentan expulsar a estos desplazados a Ruanda. Catorce mil personas son devueltas a Ruanda, mientras que otras 150.000 se refugian en las montañas. Más de 800.000 personas fueron asesinadas y casi cada una de las mujeres que sobrevivieron al genocidio fueron violadas. Muchos de los 5.000 niños nacidos fruto de esas violaciones fueron asesinados.
Considerando todos los datos y testimonios que se poseen acerca del genocidio de Ruanda, hay que aclarar que éste no fue exactamente un genocidio de hutus por un lado contra tutsis, por otro, sino que una falange radical y mayoritaria de los hutus fue la que preparó el aniquilamiento masivo tanto de tutsis como también de hutus moderados u opositores del régimen del Habyarimana y cercanos al Frente Patriótico Ruandés (FPR). Por lo tanto, el genocidio no fue sólo de carácter étnico sino también político. Por otro lado no debemos olvidar que también hubo entre las víctimas miles de ciudadanos hutus muertos a manos del FPR. Diversos testimonios nos aclaran que también los militares del Frente Patriótico Revolucionario cometieron asesinatos masivos. Pese a todo, está claro que los tutsis fueron masacrados: se eliminó al 75% de su población durante el genocidio.
El ciudadano belga, Marcel Gérin, recuerda como él y su mujer quedaron atrapados por el conflicto. Fueron testigos de las matanzas indiscriminadas en la zona donde residían y pudieron constatar, al ser hechos prisioneros, cómo los que aparentemente parecían milicianos Interhamwes (radicales hutus) no eran sino mercenarios contratados por el ejército tutsi, los cuales realizaron, según Marcel Gérin, las mayores matanzas en la zona donde residían. Sin embargo, cualquier imagen que se tomara llevaba a creer que los autores eran las milicias hutus Interahamwes.
Milagrosamente y gracias a unos periodistas y a los cascos azules, tanto él como su mujer, lograron escapar de aquel infierno.

Antiglobalización.

El término antiglobalización o altermundismo se da a un conjunto de movimientos sociales formado por activistas provenientes de distintas corrientes políticas, surgido a nivel internacional a finales del siglo XX de la convergencia de estos en la crítica al llamado pensamiento único y a la globalización, que señalan como un proceso que, mientras beneficia a las multinacionales, acentúa la precarización del trabajo, consolida un modelo de desarrollo económico injusto e insostenible, y socava la capacidad democrática de los Estados, entre otros aspectos negativos.Generalmente, los activistas y simpatizantes mantienen una ideología izquierdista y colectivista, contraria al liberalismo económico (economía de mercado y comercio libre),exponiendo principalmente tesis estructuralistas (teoría de la dependencia y nacionalismo económico), comunitaristas o ecologistas, entre otras.
Existe cierta controversia sobre el término que define a este movimiento. Sus partidarios prefieren el término "altermundismo" o "alterglobalización" para evitar definirse por oposición y porque el término "antiglobalización" daría una imagen imprecisa y negativa. El nombre altermundismo viene precisamente del lema "Otro mundo es posible", nacido en el Foro Social Mundial, que reúne a movimientos de izquierda política.

Grupos antisistemas.

El movimiento antisistema es una invención de los medios de comunicación burgueses que reflejan toda aquella posición disidente y subversiva ante el sistema actual imperante, como si se tratase de una tribu urbana más. Su base ideológica, según la prensa, es compleja, amplia y heterodoxa, donde antiglobalización, anticapitalismo e inconformismo militante se nutren de diversas ideologías, movimientos cívicos y éticos, asociaciones e incluso partidos políticos. Cualquier movimiento que busque una confrontación o un cambio ante las instituciones establecidas puede ser denominado antisistema por los medios de comunicación.
Las fuerzas democráticas denominan "grupos antisistema" a los grupos y asociaciones de personas descontentos o en desacuerdo con el orden republicano tradicional, y de varias de sus instituciones sociales, políticas o económicas, y que desean de algún modo cambiarlo, y que lo demuestran mediante las protestas callejeras o actividades fuera del mainstream político o social.
Estos grupos denominados antisistema pueden ser variados y de un amplio espectro (extrema izquierda o extrema derecha, entre otros). Sin embargo, al igual que en el movimiento antiglobalización, suelen confluir y coincidir en el tipo de acciones y actividades, así como posicionamientos y actitudes tales como las manifestaciones.

Régimen islamista de Irán.

La Revolución islámica, que en 1979 supuso el final del régimen del sha y estableció un nuevo régimen en Irán, fue un acontecimiento inédito y sorprendente en la Historia del siglo XX. En primer lugar, verdaderamente fue una revolución, en el sentido de un movimiento subversivo popular que fue capaz de derribar un régimen establecido, a diferencia de tantos golpes militares que, en naciones subdesarrolladas o semidesarrolladas, tuvieron un resultado semejante pero sin la participación de las masas ni consecuencias tan radicales. Por otro lado, fue la primera ocasión en que el uso político del Islam desempeñó un papel absolutamente primordial y aun exclusivo superando con mucho al que pudo tener en otro tiempo el nacionalismo de los países que habían superado el colonialismo. Para entender lo acontecido en ese momento es necesario partir de algunas explicaciones previas. El chiismo es, ante todo, un legitimismo que juzga que la comunidad de los creyentes en el Islam sólo puede ser dirigida por los descendientes del profeta. Sin embargo, también en otro aspecto, los chiítas difieren de los sunnitas, la otra gran tendencia en el seno de unas mismas creencias. Para éstos el sucesor de Mahoma lo representa en su calidad política de jefe de la comunidad mientras que para los chiítas lo debe suceder en su autoridad religiosa, incluso prolongando la misión profética de Mahoma. Para el chiismo es obligada la necesidad de presencia de los "hombres de religión" en la vida política: aunque en el Islam no exista un clero son los versados en teología o ciencias sagradas quienes tienen que cumplir una misión de supervisión controlando e inspirando al menos la vida pública. Para los sunnitas, en cambio, las autoridades religiosas nacidas de la política desempeñan un papel conformista y de sumisión al orden establecido. El chiismo, convertido en fórmula religiosa en Irán desde el siglo XV, constituye, dados sus planteamientos, un potencial contrapoder frente al mundo oficial. Eso no excluyó que la Monarquía iraní pretendiera desde los años veinte una laicización, semejante a la producida en la Turquía de Kemal Attaturk, y, al mismo tiempo, una alianza. En tiempos de Mohamed Reza Pahlevi la laicización prosiguió pero siempre manteniendo una personal vinculación religiosa del monarca que así procuraba de forma indirecta la estabilidad del país y la propia. Se puede decir, además, que el éxito de la Revolución islámica que derrocó al sha estuvo en su propio origen. Desde 1963 puso en marcha una llamada "revolución blanca" que supuso la redistribución de las tierras (un tercio era del clero), la nacionalización de los bosques, la participación de los asalariados en los beneficios de la empresa y la liberación de la mujer, incluyendo la concesión del voto. La clave de esta "revolución" fue la redistribución de la tierra y, por tanto, enfrentarse con los religiosos: en 1964 fue expulsado Jomeini por su actitud opositora. Pero, además, la aplicación de la reforma causó inmediatos problemas, en especial cuando al propósito inicial le sucedió una voluntad de crear grandes explotaciones de tipo agro-industrial a partir de 1968. La elevación de los precios de los productos petrolíferos significó quintuplicar el PIB iraní en 1972-1977 y permitió al sha, en pleno optimismo, lanzarse a un proceso de modernización desbocado pero también megalómano pues pretendía convertir a Irán en quinta potencia mundial en tan sólo un cuarto de siglo. Así se explica que Irán encargara centrales nucleares o que viviera de forma creciente de las importaciones de productos extranjeros. Mientras tanto, la sociedad sufría una profunda conmoción; la riqueza derivada del petróleo se repartió muy mal y, sobre todo, se demostró efímera puesto que la inflación, provocada por la gigantesca inyección de capitales, acabó por deglutirla. Además, la introducción de modas y de formas de vida occidentales produjo un cambio importante en la sociedad iraní que, sin embargo, no llegó a ser completo. El sha acabó perdiendo, en estas condiciones, cualquier legitimidad. No tenía la tradicional pues se había enfrentado con los religiosos chiítas pero tampoco la nacional y patriótica puesto que durante la Segunda Guerra Mundial y también en el período de Mossadegh había estado demasiado implicado con los occidentales; tampoco adquirió la democrática y perdió la derivada de la prosperidad aunque durante algún tiempo pudo parecer que ése era su mejor activo. En realidad, sólo le quedó el apoyo del Ejército pero esto parecía suficiente hasta tal punto que tan sólo unos meses antes de la caída del régimen nadie podía pensar que estuviera condenado a desaparecer. La Monarquía había celebrado en 1967 el 2.500 aniversario del Imperio persa dotándose de un prestigio de la antigüedad más remota. Mantuvo un partido único durante mucho tiempo, a pesar de que una parte de los no permitidos eran compatibles con la forma monárquica tradicional. Cuando inició a partir de 1976 una liberalización fue demasiado rápida, contradictoria e incoherente. En agosto de 1978 se radicalizó este proceso pero en noviembre un militar era designado como primer ministro para detenerlo. A mediados de enero de 1979 pareció haberse iniciado un proceso hacia una Monarquía constitucional cuando ya lo escaso del tiempo hacía pensar que se podía descarrilar en ese camino. Muy pronto se demostró que así iba a suceder: las masivas manifestaciones públicas lo dejaron claro. Al final, el sha abandonó Irán confiando el Gobierno a un dirigente en teoría occidentalista y socialdemócrata, Chapur Bakhtiar, cuyo poder se volatilizó en apenas diez días; entonces, sin embargo, los propósitos del sha parecieron sinceros puesto que llegó a abandonar el país. El 11 de febrero de 1979, después de dos días enteros de motines y combates, la población sublevada junto con militares y guerrilleros favorables tomó por completo Teherán. Dos años antes, sin embargo, no existía ninguna fuerza de oposición organizada en Irán. El vencedor no fue ni la subversión de izquierdas ni ningún movimiento nacionalista ni tampoco los partidarios de la democratización. Un incidente sin importancia, un artículo contra Jomeini, tuvo como consecuencia la aparición de los elementos religiosos en la lucha política. En septiembre de 1978 se había proclamado la ley marcial en la mayor parte de las ciudades iraníes pero el Ejército, que fue la esperanza de un sector de la Administración norteamericana -el consejero de seguridad Brzezinski- se demostró incapaz de proponer cualquier tipo de programa político. A comienzos de febrero de 1979 llegó Jomeini y pronto dejó claro que lo de menos, para él, era derribar la Monarquía pues los propósitos de los sublevados debían ser crear una república de inspiración divina. La contestación contra el sha fue exclusivamente urbana y espontánea más que organizada. En un principio, el propio Jomeini no tuvo inconveniente en que se hiciera cargo del Gobierno Bazargan, representante del nacionalismo liberal. Tres grandes grupos podían, en efecto, considerarse como triunfantes como consecuencia de la revolución: los liberales, intelectuales occidentalizados y socialdemócratas que estaban emparentados con la herencia de Mossadeqh, los izquierdistas, pertenecientes al Partido Comunista Tudeh o a grupos más radicales y, en fin, los religiosos chiítas. De todos ellos, fue el tercero el que predominó, aunque el primero ocupara un poder restringido a tan sólo la ordinaria administración o la gestión económica. Por otro lado, en algún momento dio la sensación de que en el contexto de una estrategia mundial la Revolución islámica podía favorecer los intereses de la URSS; muchos izquierdistas occidentales la juzgaron progresista. Muy pronto, sin embargo, se prohibieron las huelgas por cualquier tipo de causas, en otro tiempo promovidas por los izquierdistas, la URSS fue designada como "pequeño Satán" por Jomeini (el "gran Satán" serían los Estados Unidos) y, en vez de encargar la redacción de una nueva Constitución a una Asamblea constituyente, se decidió que la llevara a cabo una reunión de expertos islámicos, la mayor parte de ellos muy próximos al Partido de la Revolución Islámica, que los seguidores del líder espiritual organizaron después de la expulsión del sha. En otoño se había producido ya la desaparición de cualquier signo de liberalismo y en este ambiente se produjo la ocupación de la Embajada norteamericana por los estudiantes islámicos y el secuestro de un puñado de personas de esta nacionalidad ante la impotencia del Gobierno Carter (diciembre de 1979). Después de la desaparición de Bazargan fue el Consejo de la Revolución quien se hizo cargo de los asuntos corrientes de Administración sin que existiera una efectiva presidencia del Gobierno. La nueva Constitución señaló en su prólogo como objetivo del Irán "la expansión de la soberanía divina en el mundo". Irán se alineó con entusiasmo al lado de la causa palestina y Arafat visitó el país ya en 1979. En enero de 1980 Bani Sadr, un liberal, fue elegido como presidente pero en las elecciones posteriores ganó el Partido de la Revolución Islámica y de hecho se produjo una absoluta dualidad de poderes que tuvo como consecuencia que la más radical confusión se instalara en la política iraní. Hay que tener en cuenta que las propias características del chiismo contribuían de forma poderosa a provocar un insureccionalismo de cualquier sector que se inspirara en un profeta religioso. Además, la invasión por parte de Irak en septiembre de 1980 tuvo como consecuencia que el sector más integrista de la revolución acrecentara poderosamente su influencia. Al final, en junio de 1981, Bani Sadr fue destituido, como lo había sido Bazargan, pero la inestabilidad persistió: su sucesor fue objeto de un atentado mortal mientras que también hubo otros que causaron un elevado número de víctimas. Sólo a finales de 1982 Jomeini criticó los excesos cometidos por algunos de los guardianes de la revolución como si quisiera conducir a la revolución hacia un cierto orden. En mayo de 1983 hubo dos mil detenciones de miembros del Partido prosoviético Tudeh y una ruptura de relaciones con los países de este área ideológica de modo que la ortodoxia revolucionaria se centró tan sólo en los integristas. Conviene resumir brevemente cómo se tradujo su victoria. Los "hombres religiosos", unas 150.000-200.000 personas, siempre han tenido en Irán un papel que supera el estrictamente religioso pero en los últimos tiempos su papel creció de forma muy considerable: encuadraron la población, dirigieron bancos, ejercieron como poder judicial y llevaron a cabo buena parte de la asistencia social. Desde la revolución el papel de los sindicatos desapareció. La clase obrera era de formación reciente: en 1976 aún el 34% de la población activa estaba dedicada a la agricultura. El medio campesino y rural no participó en la revolución ni dio tampoco la sensación de que se había alejado del régimen monárquico. La mujer, en cambio, participó en la revolución de un modo y en una proporción desmesurada hasta el punto de que un 20% de los prisioneros en las cárceles del sha eran mujeres. En marzo de 1979 se declaró obligatorio el velo. Según Jomeini, la mujer debía ocultar al hombre, e incluso a los jóvenes impúberes, su cabellera y su cuerpo. De hecho, el Corán parte de la superioridad biológica del hombre sobre la mujer. Jomeini afirmaba que uno de los motivos de felicidad del hombre es que sus hijas tengan las primeras reglas ya en casa de su marido. En el terreno económico la revolución tuvo una primera etapa muy socializadora: nacionalización de los bancos, seguros, sectores industriales, etc., en gran parte motivada por el deseo de controlar la situación económica, pero a partir de 1982 se produjo una cierta normalización. Al mismo tiempo, resultaba manifiesta la dependencia de la Hacienda pública del petróleo hasta el punto de que en los años ochenta producía el 80% de los ingresos. El resto de las exportaciones descendió a unos niveles prácticamente despreciables. La Revolución islámica acabó por poner en marcha una parte de las propuestas industriales de la época del sha, como la construcción de acerías y centrales nucleares, esto último mucho más discutible que lo primero. Jomeini había criticado la actitud de las autoridades turcas prohibiendo el uso del velo en la Universidad, lo que indica una voluntad de convertirse en una especie de inspirador de la pureza islamista en el conjunto del mundo. Sin embargo, la persecución al escritor Salman Rushdie no se originó en Irán sino, por el contrario en Bradford, una población británica en la que la población pakistaní era muy numerosa. Sólo el hecho de que la protesta se hubiera iniciado provocó la condena a muerte por parte de las autoridades iraníes. En junio de 1989 murió Jomeini dejando una herencia importante a la Humanidad de la que, a pesar del tiempo transcurrido, todavía no se ha librado.

Revolución islámica en Irán.

Las reformas modernizadoras emprendidas por el Sha Reza Pahlevi en el marco de una dictadura corrupta y bajo una fuerte influencia norteamericana engendraron un importante descontento social, prontamente encauzado por el clero chiíta.
Pese a la brutal represión de las fuerzas policiales, largos meses de protestas desencadenaron la huida del Sha y el fracaso del intento de mantener un régimen pro-occidental bajo el primer ministro Bajtiar. El Ayatollah Jomeini retornó desde su exilio francés el 1 de febrero de 1979 en medio de enormes manifestaciones.
El 1 de abril tras una abrumadora victoria en un referéndum, Jomeini proclamó la República Islámica a la que pronto se dotó con una Constitución que reflejaba los ideales de gobierno islámico. Inmediatamente se tomaron medidas fundamentalistas y comités revolucionarios patrullaron las calles para obligar a cumplir los códigos de comportamiento y vestido. Mientras el régimen trataba de borrar cualquier vestigio de influencia occidental.
El sentimiento antiamericano se desbordó el 4 de noviembre de 1979 con el asalto por estudiantes islámicos de la embajada de EE.UU. Cincuenta y dos súbditos norteamericanos fueron mantenidos como rehenes hasta el 20 de enero de 1981. El nuevo Irán islámico se enfrentaba directamente con las dos superpotencias.
Los primeros años del gobierno revolucionarios se caracterizaron por la virtual eliminación de toda la oposición política en el marco de una represión brutal. El estallido de la guerra con Irak en septiembre de 1980, tras la agresión del régimen de Saddam Hussein, supuso una verdadera tragedia para ambos pueblos y fortaleció aún más la dictadura de los clérigos chiítas.
El fin por extenuación de la guerra en 1988 y la muerte de Jomeini en 1989 abrieron una nueva etapa en la historia del Irán islámico.

Caída del muro de Berlín.

El Muro de Berlín (en alemán Berliner Mauer), denominado "Muro de Protección Antifascista" por la comunista Alemania Oriental (la autoproclamada RDA) y a veces apodado "Muro de la vergüenza" por parte de la opinión pública occidental, fue parte de las fronteras interalemanas desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989 y separó a Alemania Occidental (la RFA de entonces) de la RDA hasta ese año.
El muro se extendía por 45 kilómetros que dividían la ciudad de Berlín en dos y 115 kilómetros que separaban a la parte occidental de la ciudad del territorio de la RDA. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.
Muchas personas murieron en el intento de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA cuando se dirigían al sector occidental. El número exacto de víctimas está sujeto a disputas y no se conoce con seguridad. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo total es de 270 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios Históricos de Potsdam estima en 125 la cifra total de muertos en la zona del muro.


El Muro de Berlín cayó en la noche del jueves, 9 de noviembre de 1989, al viernes, 10 de noviembre de 1989, 28 años más tarde de su construcción. La apertura del muro, conocida en Alemania con el nombre de die Wende (el Cambio), fue consecuencia de las exigencias de libertad de circulación en la ex-RDA y las evasiones constantes hacia las embajadas de capitales de países del Pacto de Varsovia (especialmente Praga y Varsovia) y por la frontera entre Hungría y Austria, que impuso menos restricciones desde el 23 de agosto. En septiembre, más de 13.000 alemanes orientales emigraron hacia Hungría.
Hacia el final de 1989 comenzaron manifestaciones masivas en contra del gobierno de la Alemania Oriental. El líder de la RDA, Erich Honecker, renunció el 18 de octubre de 1989, siendo reemplazado por Egon Krenz pocos días más tarde.
Tras el 6 de noviembre se hizo público el proyecto de una nueva legislación para viajar, que recibió duras críticas, y el gobierno checoslovaco protestó por vías diplomáticas por el aumento de la emigración desde la RDA a través de Checoslovaquia. El SED decidió, el 7 de noviembre, regular los viajes al exterior, facilitándolos. El 9 de noviembre se promulgó un plan que permitía obtener pases para viajes de visita. Se elaboró un modelo en el Consejo de Ministros, que se decidió ese mismo día antes de las 18.00 y que debía ser publicado y difundido en forma de circular a las 4.00 siguiente por las agencias de noticias, aunque hubo una objeción al procedimiento por parte del Ministerio de Justicia. Paralelamente, el modelo del Ministerio fue estudiado a medianoche en el Comité Central (ZK) y se modificaría ligeramente.

Muro de Berlín (16 de noviembre de 1989)

Porción del Muro de Berlín parcialmente destruida vista desde el lado occidental, con un guardia fronterizo y la Puerta de Brandeburgo al fondo, noviembre de 1989
El miembro del Politburó del SED Günter Schabowski anunció en una conferencia de prensa, retransmitida en directo por la televisión de Alemania Oriental, que todas las restricciones habían sido retiradas y decenas de miles de personas fueron inmediatamente al muro, donde los guardas fronterizos abrieron los puntos de acceso permitiendo el paso. Schabowski acabó la conferencia de prensa a las 18.57. Se encontraban presentes sobre el podio junto a Schabowski: los miembros del Comité central del SED Helga Labs. Gerhard Beil y Manfred Banschak. Schabowski leyó un proyecto de ley del consejo de ministros que tenía delante:
"Los viajes privados al extranjero se pueden autorizar sin la presentación de un justificante — motivo de viaje o lugar de residencia. Las autorizaciones serán emitidas sin demora. Se ha difundido una circular a este respecto. Los departamentos de la Policía Popular responsables de los visados y del registro del domicilio han sido instruidos para autorizar sin retraso los permisos permanentes de viaje, sin que las condiciones actualmente en vigor deban cumplirse. Los viajes de duración permanente pueden hacerse en todo puesto fronterizo con la RFA."
A la pregunta de un periodista: "¿Cuándo entrará en vigor?
Schabowski, hojeando sus notas contestó:
"En cuanto lo diga — inmediatamente".[11]
Gracias a los anuncios de las radios y televisiones de la RFA y Berlín Oeste bajo el título "¡El Muro está abierto!", muchos miles de berlineses del Este se presentaron en los puestos de control y exigieron pasar al otro lado. En esos momentos, ni las tropas de control de fronteras ni los funcionarios del ministerio encargados de regularlas estaban informados. Sin una orden concreta, sino bajo la presión de la gente, el punto de control de Bornholmerstrasse se abrió a las 23.00, seguido de otros puntos de paso, tanto en Berlín como en la frontera con la RFA. Muchos telespectadores se pusieron en camino. A pesar de todo, la verdadera avalancha tuvo lugar a la mañana siguiente. Muchos durmieron toda la noche para asistir a la apertura de la frontera a la mañana siguiente, 10 de noviembre.
Los ciudadanos de la RDA fueron recibidos con entusiasmo por la población de Berlín Oeste. La mayoría de los bares cercanos al muro daban cerveza gratis y los desconocidos se abrazaban entre sí. En la euforia de esa noche, muchos berlineses occidentales escalaron el muro. Cuando se conoció la noticia de la apertura del muro, se interrumpió la sesión vespertina del Bundestag en Bonn y los diputados entonaron espontáneamente el Himno de Alemania.
El 9 de noviembre, los berlineses llevaron a cabo la destrucción del muro con todos los medios a su disposición (picos, martillos, etc.). El virtuoso del violoncello Mstislav Rostropovitch, que había tenido que exiliarse al Oeste, fue al pie del muro a animar a los que lo demolían. La fotografía de esta anécdota se volvería célebre.
Posteriormente, el 21 de julio de 1990 en la Potsdamer Platz se realizó el The Wall Live (Directo El muro), promovido por Roger Waters y con la participación de estrellas de rock como Van Morrison, Scorpions, Ute Lemper, Marianne Faithfull, The Band, Cyndi Lauper y Bryan Adams se realizó para apoyar a la fundación Memorial Fund For Disaster Relief creada para paliar los impactos de cualquier guerra o desastre natural sobre todo en Europa.
Se dice también que el siglo XX finaliza en el año 1989 cuando la caída del muro de Berlín.

Desintegración de Yugoslavia.

VIENA.- Con la independencia de Kosovo, cuyo Parlamento ha sido convocado para declarar unilateralmente la independencia de Serbia, concluye un episodio más del proceso de desintegración de la antigua Yugoslavia, tras la secesión de Eslovenia, Croacia, Bosnia, Macedonia y Montenegro.
Antes de la unión de los diversos pueblos balcánicos tras la Primera Guerra Mundial, la región sufrió numerosas guerras bajo la dirección de las grandes potencias europeas, como la acaecida entre 1912 y 1913.
1918: tras la Primera Guerra Mundial nace el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, con el serbio Petar I Karadjordjevic como rey.
1929: el Reino pasa a llamarse Yugoslavia.
1945: abolida la monarquía por el régimen comunista de Josip Broz 'Tito', y sustituida por el Estado federativo de seis repúblicas (Eslovenia, Croacia, Bosnia, Serbia, Montenegro y Macedonia).
1980: muere Tito, presidente vitalicio de Yugoslavia. Una presidencia colectiva de ocho miembros asume el poder.
1990: disuelto el Gobierno y el Parlamento autonómico de Kosovo, abolida la autonomía.
Marzo de 1991: Los serbios de la región croata de la Krajina declaran su separación de Croacia tras tensiones en esa república.
-Junio y julio: Eslovenia y Croacia declaran su independencia. El Ejército federal yugoslavo se retira de Eslovenia tras una corta guerra. Comienzan los enfrentamientos en Croacia.
Enero de 1992: Macedonia declara su independencia.
-Febrero/marzo/abril: El 63% de los bosnios vota a favor de la secesión y se declara la independencia de Bosnia. Los serbios proclaman la 'República serbia de Bosnia'. Empieza la guerra en Bosnia. En Belgrado proclaman la República Federal de Yugoslava que engloba a Montenegro y Serbia.
Julio de 1995: tropas serbobosnias toman Srebrenica, unos 8.000 varones musulmanes son asesinados en ese enclave oriental declarado por las Naciones Unidas como 'zona protegida'.
-Agosto: Croacia recupera la Krajina en la "Operación Tormenta". Se produce un éxodo de 200.000 serbios. La OTAN comienza a bombardear objetivos serbios en Bosnia.
-Noviembre: Serbia, Croacia y Bosnia firman el acuerdo de Dayton (EEUU) para poner fin a la guerra bosnia.
-Diciembre: la OTAN despliega a 60.000 soldados en Bosnia y 5.000 cascos azules de la ONU lo hacen en Eslavonia (Croacia).
1996: en Kosovo surge la organización separatista armada albano-kosovar denominada Ejército de Liberación de Kosovo (UCK).
Febrero de 1998: comienza el conflicto entre el UCK y las fuerzas de seguridad de Serbia.
-Octubre: el presidente serbio Slobodan Milosevic firma un acuerdo de pacificación de Kosovo tras la mediación de EEUU. La OTAN suspende sus amenazas de bombardear Yugoslavia.
Marzo de 1999: tras rechazar Milosevic el despliegue de tropas aliadas en Kosovo, la OTAN lanza ataques aéreos contra Serbia.
-Mayo: el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia acusa a Milosevic de crímenes de guerra en Kosovo.
-Junio: con la resolución 1.244 del Consejo de Seguridad de la ONU Serbia se retira de Kosovo y se establece una administración interina de la ONU hasta una decisión final sobre el estatus.
2000: Milosevic pierde las elecciones presidenciales ante el candidato reformista Vojislav Kostunica. La Corte Constitucional ordena repetir la primera vuelta de los comicios. Se declara una huelga general, una multitud asalta el Parlamento y las fuerzas de seguridad se suman a los manifestantes. Milosevic dimite.
2001: Milosevic es detenido acusado de corrupción y abuso de poder, y es entregado al TPIY, acusado de crímenes de guerra.
2003: Serbia y Montenegro forman una unión estatal de pocas competencias comunes, con la intención de aplacar las exigencias independentistas montenegrinas.
2006: Milosevic muere en La Haya, en detención. Montenegro vota en un referéndum a favor de su separación de Serbia y en junio declara la independencia.
2007: La ONU y el Grupo de Contacto para Kosovo reconocen que las negociaciones sobre el estatus de Kosovo no tuvieron éxito. El ex guerrillero Hashim Thaçi gana las elecciones legislativas y es proclamado primer ministro de Kosovo.

U.E

Tenemos a RU, Suecia y Dinamarca como países todavía reticentes (a estas alturas) a entrar en la zona euro. El RU no quiere por su acendrado nacionalismo (veremos si no acaba saliéndose de la UE) Suecia teme perder su sociedad de bienestar y Dinamarca lo desconozco. Pero expongo el caso siguiente: en el sur de Suecia (región de Escania) está la ciudad de Malmö ( una de las más grandes de dicho país) la comunicación con Copenage (Dinamarca) es abismal, mucha gente trabaja en una u otra ciudad y cada día toman los ferrys para ello. ¿No sería más beneficioso que ambos países tuviese ya el euro? Mejoraría esa comunicación entre ambos que ya de por sí es muy fluida. Otro caso es que Finlandia tiene el euro, motivo más por el cual Suecia debería animarse a adoptarlo.

Asalto a la embajada de EE.UU, Terán.

La crisis de los rehenes de la embajada estadounidense en Irán, se desarrollo en un periodo de 444 días, durante el cual el nuevo gobierno surgido tras la revolución iraní, tomó como rehenes 66 diplomáticos y ciudadanos de los Estados Unidos de América (EE.UU.) La crisis empezó el 4 de noviembre de 1979 y duró hasta el 20 de enero de 1981. El 22 de octubre de 1979 el Sha Mohammad Reza Pahlevi, monarca de iraní, viajó a Nueva York para ser sometido a un tratamiento contra el cáncer. El 1 de noviembre el nuevo líder de Irán, el ayatolá Ruhollah Khomeini, lanzó a su pueblo a manifestarse contra intereses de Estados Unidos e Israel. El 4 de noviembre la embajada estadounidense fue rodeada por un grupo de alrededor de 500 estudiantes iraníes (aunque los números varían entre 300 y 2000) que se dieron a conocer como los Discípulos del Imán. Parte de este grupo islamista se juntó alrededor de la embajada a modo de protesta. Los 90 habitantes de la embajada fueron secuestrados. A menudo, se mostraban los rehenes con los ojos vendados a la población local y a las cámaras de televisión. Los ciudadanos cautivos serían liberados únicamente a cambio de la extradición del sah a Irán, para ser juzgado por "crímenes contra el pueblo iraní". También ha sido considerado un acto de venganza contra los años en los que Estados Unidos había apoyado la política autoritaria del Sha.

La percepción general de Carter en público y la opinión mundial era que él era débil, incompetente e impotente. Era vital que manejara la situación de los rehénes con firmeza, el 5 de noviembre Carter ordenó a sus comandantes militares de ejercer una opción armada para rescatar a los rehenes en el caso de que las soluciones diplomáticas no tucieran éxito. Al mismo tiempo, Carter aplicó una serie de embargos comerciales contra el régimen de Ayatollah Khomeini. Las opciones diplomáticas eran condenadas al fracaso, y es probable que Carter procurara ejercer la opción armada sobre la acción diplomática que se conoce como " el meneo del perro ". La dimisión de su Ministro de Asuntos Exteriores después de la incursión señaló una grieta en la administración como las negociaciones diplomáticas fueron manejadas.

Después de cinco meses de planificación y preparación, los participantes de Eagle Claw fueron desplazados para la ejecución de la misión. Poco después de las siete de la noche el 24 de abril de 1980, los ocho helicópteros (llamados “Bluebeard”) despegaron del Nimitz, a casi 60 millas de la costa de Irán. Ellos fueron precedidos por los reaprovisionadores de combustible EC-130 (“Republic”) y los MC-130s (“Dragon”) que transportaban a la Fuerza Delta desde Masirah. Menos de dos horas después de haber transcurrido la misión, una luz de aviso le indicó al Bluebeard 6 que había una rajadura en la pala del rotor principal. A menudo esta era una falsa alarma en los RH-53Ds, pero la tripulación aterrizó (seguido por Bluebeard 8) y decidió abandonar el helicóptero después de inspeccionar las palas del rotor. Las dos tripulaciones volaron hacia Desert One en el Bluebeard 8. La misión contaba con un helicóptero menos. Al penetrar profundamente en Irán, el contingente de ala fija se tropezó con un fenómeno llamado “haboob”, finas partículas de polvo que obstruían la visión. Poco tiempo después, se tropezaron con otro haboob mucho más intenso que el primero. Kyle intentó avisar a los RH-53s, pero no tuvo suerte con su equipo de comunicaciones. Si bien los haboob presentaban pequeños obstáculos a los aviones, interrumpieron la unión de vuelo de los helicópteros, que tuvieron que dispersarse para evitar un choque. A los pilotos de los helicópteros nunca se les había informado sobre la existencia de los haboob o sus efectos para las formaciones que volaban a baja altitud. En medio de esto, Bluebeard 5 tuvo un problema de energía eléctrica lo que convenció a la tripulación que abortaran la misión y regresaran al Nimitz. Manteniendo silencio en la radio, no pudieron a alertar a Kyle o a Seiffert que iban a abortar la misión. Ahora la misión tenía dos helicópteros menos. Los MC-130s y los EC-130s llegaron sin novedad a Desert One después de la medianoche y esperaron a los helicópteros, que tenían una hora de retraso de su llegada programada. La Fuerza Delta desembarcó de dos de los MC-130s los cuales, según el plan, partieron de la escena. Un grupo de Comandos y tropas de la Fuerza Delta organizaron la seguridad alrededor del sitio y tuvieron problemas inmediatamente. Un autobús lleno de civiles iraníes fue detenido a lo que intentaba pasar y un camión de combustible (probablemente conducido por contrabandistas) fue atacado por un cohete de 66 mm cuando rehusó parar. Alumbrado por la luz del combustible que se había incendiado, se pudo ver al chofer que escapa en una camioneta que viajaba detrás del camión de combustible.

Genocidios en Yugoslavia.

El crimen de genocidio es definido por Naciones Unidas desde 1951 (Tratado para la prevención y el castigo del crimen de genocidio) como cualquiera de los «actos cometidos con la intención de destruir, en todo o en parte, una comunidad étnica, racial o religiosa por los siguientes medios: a) asesinando a los miembros de la comunidad; b) causando serios daños físicos o mentales a miembros de la comunidad; c) destruyendo los medios de vida para lograr la destrucción total o parcial de una comunidad; d) adoptando medidas encaminadas a evitar los nacimientos dentro de una comunidad; e) traspasando por la fuerza niños de una comunidad a otra».
La claridad de su definición no ha impedido que se produzca un frecuente uso incorrecto e interesado del término “genocidio”, auténtica arma arrojadiza en el caso de la guerra contra Yugoslavia. La acusación contra los serbios de estar cometiendo un genocidio en Kosovo no sólo es desmesurada -pues hablamos de unos 2.000 muertos en 1998, la mayor parte víctimas de combates, y no todos albaneses, además de no estar presente ninguno de los otros medios citados en el Tratado-; sobre todo es un insulto.
Insulto a todas las víctimas de los verdaderos genocidios que ha habido en un siglo pródigo en tales prácticas: armenios, judíos, gitanos, camboyanos, timoreses, indios guatemaltecos o tutsis ruandeses, en cuanto a genocidio como asesinato en masa; pero también, teniendo en cuenta la definición amplia del genocidio, podrían incluirse otros pueblos perseguidos y oprimidos como los kurdos o los palestinos -a manos, éstos últimos, de quienes no han sabido aprovechar su memoria de víctimas para evitar ser ahora verdugos, los judíos.


Insulto, entre todas las víctimas de genocidio, a las víctimas serbias, al pueblo serbio que ha sido una de los mayores perjudicados por guerras y exterminios en Europa en el siglo XX. Sus muertos se cuentan por millones, y de sus consecuencias todavía no se ha recuperado la demografía serbia, hecha a golpe de tragedia. ¿Cómo deben recibir los serbios la acusación de genocidas, tratándose de un pueblo que conserva viva su memoria histórica?
Serbien muss sterbien (los serbios deben morir) era el grito de guerra con el que las tropas germánicas de los Imperios Centrales entraron en Belgrado en 1915. Entre soldados y población civil, la Primera Guerra Mundial costó a Serbia más del 20% de sus cinco millones de habitantes. La mayor parte de los muertos fueron varones y en edad reproductiva, lo que unido al destrozo material del país, supuso un duro golpe a la natalidad del país de la que, ochenta años después, todavía no se ha recuperado.

Psiquiatra Serbio.

Radovan Karadžić . Nacido el 19 de junio de 1945 en Petnjica, Yugoslavia (actualmente Montenegro), es un ex político serbobosnio, que ostentó el cargo de presidente de la República Srpska entre 1992 y 1996. Licenciado en Psiquiatría, está acusado de genocidio, crímenes de guerra y otros cargos por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) de La Haya, delitos cometidos durante la guerra de Bosnia. La directiva 61 del TPIY formuló una petición de arresto internacional contra Karadžic el 11 de julio de 1996, argumentando razonables motivos para su procesamiento, lo que motivó su huida y desaparición. El gobierno de Estados Unidos llegó a ofrecer una recompensa de $ 5 millones para el arresto de Karadžic y de Ratko Mladić. Fue detenido en Belgrado por agentes del BIA (Servicio secreto de Serbia) la noche del 21 de julio de 2008. Se hacía pasar por médico alternativo, luciendo una crecida barba que lo hacía casi irreconocible.

Teléfono rojo, volamos hacia Moscú.

Periodista rusa asesinada.

Las palabras tienen dueño y precio. La periodista rusa Anna Politkovskaia, incansable adversaria del Kremlin conocida por su crítica cobertura de la guerra de Chechenia, fue asesinada a tiros ayer en el ascensor de su casa en el centro de Moscú.
La policía rusa informó de que el cuerpo sin vida de Politkovskaia, con impactos de bala, fue encontrado por una vecina a las 17.10 horas (hora de Moscú). Los disparos del asesino, que la esperaba en la entrada del edificio donde la periodista tenía alquilado un piso, alcanzaron a Politkovskaia al salir del ascensor. La periodista se dirigía a su coche para coger unas compras que acababa de hacer. Una cámara en el portal de la casa captó unas imágenes borrosas del presunto asesino, "un hombre joven y alto vestido de negro".
Dmitri Muratov, director del diario independiente Novaia Gazeta, dijo a la televisión rusa que Politkovskaia "fue asesinada porque no tenía miedo a nadie, no aceptaba dádivas y no sabía elegir enemigos". El expresidente de la URSS Mijail Gorbachov, uno de los accionistas de Novaia Gazeta, dijo que el rotativo efectuará una investigación propia.
Politkovskaia era la única periodista rusa que seguía informando sobre Chechenia y denunciaba la política de sangre y fuego llevada por el Kremlin en el Cáucaso.

Espía asesinado con Polonio.

El envenenamiento del fugitivo ex espía ruso Alexander Litvinenko en Londres es un ejemplo de asesinato cuidadosamente planificado y llevado a cabo, estiman expertos rusos, mientras surgen nuevas y terroríficas teorías acerca de quién ordenó su muerte.

"Quien ha imaginado el envenenamiento que acabó con la vida de Litvinenko no es sólo un profesional, es además un artista", asegura el profesor de biología y periodista Pavel Lobkov en la versión rusa del semanario estadounidense Newsweek.Los especialistas destacan en este sentido tanto la elección del asesino de emplear polonio 210, una sustancia radiactiva poco frecuente, como la dosis administrada, que provoca una muerte lenta pero segura.Según Lobkov, este crimen no buscaba simplemente matar al ex espía ruso crítico con el Kremlin , sino también hacer pasar un mensaje. "El envenenador ha demostrado que era intocable y que todos los médicos del planeta nada podían hacer (contra ello). La idea era la siguiente: esto es lo que podemos hacer en cualquier parte del mundo. Usted muere lentamente y sufriendo, y nosotros lo vemos por la tele", apunta este experto.Si bien los especialistas coinciden en el "profesionalismo" del autor del asesinato, sus opiniones divergen en cuanto a quién ordenó la operación. El diario progubernamental Izvestia considera que el crimen ha beneficiado a los opositores del presidente ruso y que "alguien quería prolongar el martirio de una 'víctima de (Vladimir) Putin'"."El espectáculo de una Rusia diabólica tiene éxito" y "cuanto más fantástico parece el crimen, más responde a los cánones del género", estima Izvestia. Este rotativo cuestiona asimismo la autoría de la carta escrita en inglés, en la que Litvinenko acusa en su lecho de muerte a Putin de estar tras su asesinato, y cita a especialistas que señalan que la misiva no refleja la personalidad de alguien que se expresa en ruso y por lo tanto habría sido escrita por un británico.Por su parte, el analista Stanislav Blekovski asegura en una columna del diario ruso en inglés Moscow Times que la muerte de Litvinenko forma parte de una estrategia más amplia con vistas a las elecciones de 2008, a las que Putin no puede presentarse según la Constitución del país, que prohíbe tres mandatos consecutivos.Una teoría en la que profundiza la revista Novaia Gazeta, que considera la muerte de Litvinenko como una maniobra para que Putin sea percibido como el único dirigente capaz de evitar que Rusia caiga en el caos y se presente a un tercer mandato, aunque la Carta Magna lo proscriba.Finalmente, una de las últimas personas en haberse reunido con Litvinenko antes de que enfermase, el ex agente de la KGB (servicios secretos soviéticos) Andrei Luguvoi, señala en el diario popular Moskovski Komsomolets que el autor del asesinato buscaba en realidad envenenar al independentista checheno refugiado en Londres Ajmad Zakaiev, "amigo" del fallecido. Encuentran rastros radiactivos en dos aviones de British AirwaysRastros de una sustancia radiactiva han sido hallados en dos aviones de British Airways (BA) con motivo de la investigación sobre la muerte del ex espía ruso Alexander Litvinenko, confirmó la propia aerolínea en un comunicado.Vestigios muy leves de sustancias radiactivas han sido descubiertas a bordo de dos aviones de British Airways en el marco de la investigación sobre la muerte del ex agente ruso Alexandre Litvinenko, anunció este miércoles la aerolínea británica.British Airways informó en un comunicado que tres de sus Boeing-767 de distancia media fueron retirados del servicio para ser examinados por las autoridades británicas en el marco de la investigación sobre la muerte de Alexandre Litvinenko.

Abramóvich.

Román Arkádievich Abramóvich es un multimillonario ruso de origen judío, cuyos dividendos provienen principalmente del petróleo. Es visto como uno de los más grandes oligarcas rusos, aunque se le atribuye su éxito a sus privilegiadas relaciones con los círculos de poder de Moscú. En occidente, es más conocido por ser dueño de un equipo de fútbol de Inglaterra, el Chelsea Football Club. Su empresa petrolera Sibneft también posee los derechos del CSKA Moscú.

Abramóvich ha participado en política durante los diez últimos años. Fue elegido en 1999 representante en la Duma o Parlamento de Chukotka, una región en el extremo oriente de Rusia. En diciembre del 2000 fue elegido gobernador de dicha región, y en 2005, el presidente ruso Vladímir Putin le renovó en el cargo para un segundo período. En el interín, la ley rusa había sido cambiada de manera tal que los gobernadores ya no serían elegidos por los habitantes de sus regiones, sino por el presidente de la nación. En julio de 2008, Abramóvich dejó este puesto político.

El Prestige.

Efi Moulopoulos-Coulouthros, la heredera de una de las dos ramas de esta saga de navieros que comenzó a trabajar en el viejo puerto del Pireo (Atenas) en 1934, es el único rostro que trasluce tras la maraña de sociedades, fundaciones y gestoras con las que operaba el Prestige antes de hundirse el pasado 19 de noviembre frente a las costas gallegas. Pero casi nadie se atreve a pronunciar su nombre.

¿Quién es el dueño del Prestige? ¿Quién responderá de los daños en el supuesto de que el armador sea condenado? Cuando se cumplen dos meses del naufragio, la férrea ley del silencio que rige en el sector naviero griego y la jungla de sociedades pantalla que levantan los armadores en territorios off shore para eludir su responsabilidad ha conseguido ocultar la identidad de los dueños del barco que causó la mayor marea negra en aguas de Europa y dificulta la investigación judicial que busca a los presuntos responsables del desastre.
Tras el barco que navegaba cargado con 70.000 toneladas de fuel sólo aparece como propietaria la sociedad Mare Shipping Inc, registrada en Liberia, un paraiso para navieros sin escrúpulos, y Universe Maritime, la sociedad griega encargada de gestionar el barco que dirige el capitán Margetis desde una oficina en Atenas, el centro con el que comunicó Apostolos Mangouras, responsable del barco, cuando sufrió el accidente.
Universe Maritime gestiona desde 1988 el negocio de varios petroleros y hace dos años se hizo cargo del Prestige, que hasta entonces operaba con la compañía Laurel Sea Transport, otra sociedad de Efi Moulopoulos-Coulothros, la heredera de John Coulouthros, fallecido en 1981. Portavoces de Universe declinan revelar quiénes son los dueños del barco hundido y se refieren a un trust (fundación) del que rehúsan dar su nombre o beneficiarios. De nuevo, el mismo velo de misterio que ha cubierto el rostro de los dueños del Mar Egeo y el Casón, que naufragaron en Galicia en 1992 y 1987.
Fuentes de la industria mercante griega, que piden que se omita su identidad, aseguran que los dueños del Prestige y los de Universe Maritime, la compañía griega que gestiona el petrolero, son los mismos, y apuntan a Efi Moulopoulos-Coulouthros y a su esposo. Universe Maritime niega ser la propietaria del barco y asegura que se limita sólo a dirigir su explotación. "Fíjense sólo en nosotros. Es la primera vez que a los dueños del Prestige les ha ocurrido esto en más de 40 años de navegación. Aquí no hay un gran naviero, aunque la compañía es de primera clase", señalan fuentes de la compañía.
Para la Federación Internacional del Transporte (ITF), creada en Londres en 1896 y representante de 604 sindicatos de 137 países, Universe Maritime no es una compañía seria. "Es una botton-feeder [compañía que trabaja con los transportes más arriesgados que no quieren los demás] y en las peores condiciones del mercado", señala un informe de esta poderosa asociación sindical, que agrupa a 657.000 marineros.
La investigación de ITF señala también a Efi Moulopulos como la dueña del Prestige y de Universe Maritime y asegura que esta compañía "cuenta con una vieja y agonizante flota, cuyo barco más joven tiene 23 años". Sus naves navegan bajo banderas de conveniencia (BDC) y ninguna de ellas ha firmado acuerdos con este sindicato para garantizar los salarios mínimos de sus tripulaciones y la seguridad del barco. "De las quejas recibidas por inspectores de ITF se deduce que los salarios y las condiciones de trabajo de sus tripulantes son malas. Lamentablemente, sólo hemos podido inspeccionar sus barcos en dos ocasiones", concluye el informe elaborado en Londres.
Además del Prestige, Universe Maritime gestiona desde Grecia otros cinco barcos. El Menalon, uno de ellos, ha sido detenido dos veces, cuatro días en cada ocasión, por las autoridades italianas en Nápoles. El informe de ITF asegura que inspecciones oficiales del Port State Control (PSC), las que llevan a cabo los inspectores de las capitanías marítimas, detectaron en este barco de bandera panameña importantes carencias. El 19 de febrero de 2002 le descubrieron 22 deficiencias que afectaban a la seguridad, navegación, tripulación, emergencias, manuales, etcétera, y en otra inspección anterior, el 1 de junio de 2001, se detectaron 24 irregularidades.
Inspectores de ITF en Dinamarca subieron el año pasado a bordo del Greek Figther y la tripulación filipina les expuso numerosas denuncias sobre el estado del barco, sus bajos salarios y mala alimentación, pero en esa ocasión los inspectores oficiales del PSC no atendieron sus quejas ni detuvieron el viaje del petrolero con bandera de Bahamas. Años antes, en 1993, un oficial del Mantinia, otro barco de esta compañia, telefoneó al inspector de ITF en Houston (Tejas) y le comunicó que el petrolero había sido detenido por los guardacostas porque presentaba numerosas deficiencias. ITF destaca que tanto Exxon Mobil y BP rechazaron que el Prestige transportara sus cargas.
El informe de este sindicato califica a Universe Maritime como una compañía "relativamente pequeña, propiedad de una fundación cuyos actuales propietarios son desconocidos y es poco probable que vayan a decir quiénes son, dada la situación". A la única persona que identifica ITF como propietaria es a Efi Moulopoulos-Coulouthros, de la que asegura es hija adoptiva de John, uno de los herederos de la saga. El otro, Nicolás, también fallecido, dejó su negocio a sus hijos Anthony y Basil, y su empresa Coulouthros Ltd, con sede en Londres, no tiene nada que ver con el Prestige. Esta última rama de la familia estuvo envuelta en el desastre del Mar Egeo, ya que gestionaba el barco, aunque no era su propietaria.
Barco hipotecado
La subsecretaría del Ministerio de Fomento y la Dirección General de Servicios Jurídicos trabajan para intentar romper el límite de responsabilidad civil del enigmático dueño del Prestige, cuyo techo es el seguro del buque que asciende a 25 millones de euros con el club London Mutual Insurance, ya embargado por las empresas de Mijail Fridman, el vidrioso empresario ruso que fletó el barco. Si se rompe este límite, el Estado y el Fidac (fondo internacional que cubre los desastres marítimos) podrían cobrar de la aseguradora hasta 500 millones de euros, tope máximo establecido, y recuperar las cantidades que adelanten a los afectados.
¿Cómo se logra traspasar el límite de responsabilidad? Sólo es posible si el tribunal que juzgue los hechos estima que el armador hundió el barco con pleno conocimiento del daño que iba a causar. "Algo muy difícil de demostrar, aun en el supuesto de que fuera cierto", señala Carlos de la Torre, 38 años, funcionario que representó a España en el Fidac durante cinco años y participó en la larga batalla del Mar Egeo, que concluyó con un acuerdo extrajudicial
El Convenio de 1971 señalaba que el armador perdía su derecho a la responsabilidad limitada si se demostraba "una falta concreta o culpa" en el siniestro, pero en 1992 la Cámara Naviera Internacional consiguió modificar ese párrafo y ahora la pérdida de ese beneficio solo se produce si el naufragio tiene lugar "por acción u omisión suya con intención de causar los daños o bien temerariamente y a sabiendas de que se originarán los daños". La acción deberá ser del armador, y no del capitán, lo que dificulta todavía más el intento. "Otro blindaje más de los armadores que están completamente protegidos para eludir su responsabilidad en estos siniestros", señala un funcionario de Fomento.
Los otros cinco sister ships (buques hermanos) del Prestige que siguen navegando bajo el control del capitán Margetis y la oficina griega de Universe Maritime parecen también a salvo. El Prestige era el único barco a nombre de Mare Shipping Inc, la sociedad de Liberia, y sus respectivos hermanos figuran cada uno de ellos a nombre de otras compañias, cada uno en una distinta, para delimitar las responsabilidades en caso de naufragio.
Fuentes próximas a los dueños del Prestige reconocen que tras la sociedad del barco "no queda nada", y cuando se les pregunta por qué el armador no ha pagado todavía los tres millones de euros de la fianza impuesta al capitán Mangouras para sacarle de la cárcel, responden: "Vamos a pagar, pero sólo hasta el límite que marca el convenio. El barco estaba hipotecado y valía 10 millones de euros. El armador no dispone de nada más. No son los Onassis".