jueves, 18 de junio de 2009

Problemas que ha habido en el Tíbet.

En 1949 el Ejército Popular de Liberación entró en el Tíbet. Las facciones de tibetanos leales al Dalai Lama, principalmente aquellos que apoyaban el régimen feudal de la teocracia lamaísta, iniciaron en Lhasa el 10 de marzo de 1959, con el apoyo de la CIA, el Levantamiento Nacional Tibetano con la mayor manifestación en la historia de ese país para exigir la independencia. El ejército de China reprimió el movimiento y el Dalai Lama abandonó el Tíbet con sus incondicionales en busca de asilo político.
Durante los siguientes años, el Dalai Lama ha buscado el apoyo de la ONU, la cual emitió resoluciones adoptadas por la Asamblea General en 1959, 1961 y 1965, solicitando a China que respetara los derechos humanos del pueblo tibetano y su deseo de autodeterminación. Para 1988, el Dalai Lama modificó sus demandas con la intención de llegar a un acuerdo y propuso la creación de un Tíbet democrático y con gobierno autónomo, en asociación con la República Popular de China.
Desde 1959 hasta la actualidad, el momento más crítico fue la revolución cultural, que afectó no sólo a Tíbet sino a toda China. Algunos monasterios budistas resultaron seriamente dañados y se reprimió a los religiosos. Desde el fin de la revolución cultural, la cultura tibetana ha sido promocionada de forma imparable. Libros y periódicos pueden comprarse escritos en lengua tibetana y existen varios canales de radio y televisión en esta lengua. En 2007 se inauguró la primera emisora de televisión que emite 24 horas al día en tibetano. La educación es bilingüe y los niños tibetanos aprenden simultáneamente chino mandarín y tibetano.
Las inversiones chinas en la provincia autónoma han crecido espectacularmente y esto se ha traducido en la construcción de carreteras, aeropuertos, centrales eléctricas, puentes y ferrocarriles. En 2007 comenzó la explotación del ferrocarril transtibetano, que ha aportado miles de nuevos turistas a Lhasa, no sin polémica por parte de los sectores religiosos.
En marzo de 2008 se desencadenó una revuelta con un número de víctimas por determinar. Los disturbios comenzaron cuando integristas atacaron comercios y personas de etnia Han (la mayoritaria en China). Como resultado de estos disturbios, algunos países se plantearon la posibilidad de no acudir a los Juegos Olímpicos de Beijing, como sucedió con el dirigente francés Sarkozy; el propio Sarkozy tuvo que dar marcha atrás en sus declaraciones cuando una huelga de consumidores puso en aprietos a la cadena mayorista Carrefour en China. El gobierno chino hizo gestos de acercamiento al Dalai Lama a continuación de los incidentes de Lhasa.
La realización de los Juegos Olímpicos en Beijing durante el 2008 generó ácidas protestas por parte de tibetanos y simpatizantes de la causa tibetana en todo el mundo. La policía de países con grandes cantidades de refugiados tibetanos como India y Nepal tuvo que mantener el orden ante las protestas. En Japón, un país de larga tradición budista donde más del 98% de la población es budista, se realizaron multitudinarias protestas pro-tibetanas ante la llegada del presidente chino Hu Jintao .
Además del apoyo mostrado por los japoneses, el entonces candidato presidencial Barack Obama solicitó al presidente George W. Bush que no asistiera a los Juegos Olímpicos de Beijing si el gobierno chino no dialogaba con el Dalai Lama, el presidente de Francia Nicolas Sarkozy y el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon no asistieron a la apertura de los JJ.OO. Enlace externo, también hubo un comunicado emitido por 12 intelectuales chinos que apoyaban la autonomía de Tíbet y solicitaban al gobierno de Beijing detener el conflicto étnico referencia.
Sin embargo, algunos países también han mostrado apoyo a China, por ejemplo, Rusia no permitió al Dalai Lama ingresar al país hasta el 2004 a pesar de las protestas de China, esto porque la tercera comunidad religiosa de Rusia es la budista, que es mayoritaria en varias repúblicas rusas Fuente. De forma similar, el presidente de Costa Rica, Dr. Óscar Arias, le denegó el ingresó al Dalai Lama en el 2008 para evitar perturbar las relaciones con China y a pesar de las protestas de la comunidad budista costarricense.

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