Emigración Canaria Texas.

CAUSAS QUE DESENCADENAN LA EMIGRACIÓN DE FAMILIAS CANARIAS A SAN ANTONIO

En este punto hay que mencionar la gran mentira histórica del Marqués de San Miguel de Aguayo que consiguió ser gobernador de Texas y Coahuila en 1718. La estrategia para ello fue alarmar al Virrey Marqués de Valero con informes en los que relataba una supuesta invasión francesa en tierras españolas. Ya gobernador, Aguayo se jactaba ante el Rey Felipe V de forma directa de haber pacificado la provincia de Coahuila venciendo a los enemigos y a las múltiples naciones que querían invadir la provincia de Texas, también decía que había recuperado el territorio invadido por los franceses y que lo había defendido durante diez años. Esto permitió al Marqués gobernar con impunidad y despotismo toda Texas y Coahuila. Además, había tocado un punto sensible para la Corona que era la economía, argumentando que la construcción de la supuesta fortaleza no había ocasionado muchos gastos. Toda esta ficticia expedición concluyó hacia 1722, cuando Aguayo dirigiéndose directamente al Rey, saltándose al superior jerárquico, le envía una carta en la que estima la conveniencia de mandar familias canarias, gallegas o cubanas a poblar estos territorios argumentando que resultaba más efectivo y barato el asentamiento que el despliegue militar para conservar así las tierras españolas. Proponía concretamente que las familias fueran conducidas por Veracruz a la Bahía del Espíritu Santo, repartiéndolas entre las misiones de San Antonio, Adeis y Texas. Toda esta mentira queda desvelada, como veremos, cuando las familias canarias llegan a Veracruz y el Virrey de ese momento, Juan de Acuña Marqués de Casa Fuerte se da cuenta de que era una temeridad enviarlas al lugar que había previsto Aguayo. El nombramiento como Virrey de la Nueva España de Casa Fuerte en 1722 por el Rey Felipe V fue providencial para los canarios. Se ha considerado históricamente uno de los mejores virreyes que tuvo España en América por su carácter progresista, su honestidad y su respeto escrupuloso a las leyes provenientes de la Corona. Como era criollo conocía las ilegalidades y abusos que las autoridades del Nuevo Mundo llevaban a cabo. Junto con el Brigadier Pedro Ribera se encargó de que las familias tuviesen la protección adecuada para llegar a su destino.