La grana o cochinilla (Caccus Cacti) es un insecto que parasita las hojas del nopal o tunera. Tiene forma de grano rojizo-negro cubierto por un polvo blanco. Son colocados en las pencas en trapos que se sujetan a los picos de las hojas de las tuneras. Cuando han alcanzado su desarrollo (unos 8 milímetros), se recogen con un cepillo y se colocan al sol o se secan en hornos. El producto final se utiliza para teñir tejidos de grana y carmín. La aparición de los tintes sintéticos hizo que su cultivo disminuyese bruscamente. Al ser un producto natural, es preferido por muchos consumidores como alternativa de los tintes industriales.
Su aspecto es granular, de forma más o menos oval, arrugada, convexa y con algunas estrías. El color varía entre el gris y el negro cuando se ha eliminado la capa de cera blanca que los recubre. Los cuerpos de los insectos después de haber ovipositado 130.000, aproximadamente pesan un kilo, y los cuerpos secos de los adultos, sin haber llegado a ovipositar, 80.000 pesan un kilogramo. La grana es la materia prima para la obtención de extracto de cochinilla «carmín» y ácido carmínico. El extracto de cochinilla y el carmín son usados para colorear alimentos y medicamentos. Económicamente estos productos son los que más importancia económica tienen. El ácido carmínico se usa en unciones histológicas y bacteriológicas, como indicador químico de reacciones, asimismo tiene usos en fotografía a color y pigmentos para artistas.
Cría y recolección:
La primera semillación se hace en los meses de marzo, abril o mayo, según se adelanta la estación y que principian a desovar las destinadas para madres. En los meses calurosos empiezan a desovar de los setenta y cinco a los noventa días de nacidas, y en los más fríos, de los noventa y cinco a los ciento quince de nacidas. Hecha la semillación se matan y secan las madres, que es la cochinilla preferida por los compradores. Para recoger la grana, se usa de unas cucharas grandes de latón de media vara de largo, que desprende la cochinilla o grana de la penca, cuidando que para que ésta tenga mayor estimación, es lo mejor, si bien es más detenido, que al recogerla no se tome toda la que tenga la hoja, sino la mayor dejando para otra mano la más pequeña, que entonces se adelanta con prontitud. Cuando se trata de destinar algunas a madres, debe tomarse para ésta la mejor, o sea, la recogida, primero. En cada día de recolección, o más tardar al siguiente, se procede a matar toda la grana escogida. Para esto se pone a dos pulgadas de espesor dentro de grandes bandejas de lata o barro, que se entran en una estufa u horno calentado a 55 grados centígrados, y mientras están allí es preciso examinar y remover con frecuencia la cochinilla, no sea que se queme o pegue en el fondo de las bandejas. Ya muerta se coloca a dos pulgadas de espesor dentro de cajones o tableros y se pone al sol hasta que aquélla se seque perfectamente, cuidando de removerla y voltearla todos los días a fin de que no se enmohezca. Las plantaciones de nopales (tuneras) deben cuidarse, limpiarlas de ratones y lagartos, pues estos animales hacen un gran daño a la cochinilla, también la comen todas las aves domésticas y los pájaros.
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