jueves, 18 de junio de 2009

Jaime Milans del Bosch .

Jaime Milans del Bosch pertenecía a una familia noble de tradición militar (su abuelo, Joaquín Milans del Bosch y Carrió, que llegó a recibir la cruz roja del Mérito Militar de manos del Rey Alfonso XIII, destacó por su actividad contra entitades obreras y catalanistas como gobernador civil de Barcelona durante la dicturadura de Primo de Rivera ). En 1934 ingresó en la Academia de Infantería de Toledo, donde le sorprendió la Guerra Civil. Como cadete, combatió en el Alcázar de Toledo, donde fue herido durante un bombardeo republicano. Poco después se integró en la VII Bandera de la Legión, donde combatió con el rango de oficial hasta el fin de la contienda. En 1941 se unió a la División Azul y combatió junto a la Alemania nazi contra la Unión Soviética.
Posteriormente estuvo destinado como agregado militar en las embajadas de España en Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay. Fue ascendido a general en 1971, recibiendo el mando de la XII Brigada de la División Acorazada Brunete y en 1974 fue nombrado general de división, dirigiendo la Brunete durante tres años. En 1977 ascendió a teniente general y le fue concedido el mando de la III Región Militar, con sede en Valencia.
En la capital del Túria mantuvo una relación méramente institucional con los políticos locales. A pesar de las distancias ideológicas, el entonces presidente de la todavía pre-autonomía valenciana, el socialista Josep Lluís Albinyana, destacó la caballerosidad y el buen trato que le dispensó Milans del Bosch en sus encuentros.

El 23-F
Milans del Bosch fue el único de los capitanes generales de España que se sumó al golpe sin reservas y realizó acciones ofensivas de importancia. El 23 de febrero, poco después de la toma del Congreso de los Diputados por Antonio Tejero, sacó los tanques a las calles de Valencia y ordenó redactar un bando por el que decretaba el estado de excepción en la Región Militar bajo su mando.Los carros de combate circularon por las principales arterias de la ciudad,como las Grandes Vias,y se mantuvieron simbólicamente frente a edificios claves como el Ayuntamiento,la Delegación del Gobierno,el Gobierno Militar y la Jefatura Superior de Policia. Sin embargo, fracasó en su empeño de que el resto del ejército se uniera a la intentona golpista. Tras el mensaje televisado del rey Juan Carlos I, los militares que aún no se habían pronunciado, decidieron quedarse de lado de la legalidad. A pesar de la falta de apoyos, Milans del Bosch se negó a deponer las armas, no entregándose hasta las 5 horas de la mañana del día 24.

Procesamiento y expulsión del ejército:

El 8 de marzo de 1981 fue procesado y juzgado por un tribunal militar. El 3 de junio de 1982 fue expulsado del ejército y condenado a 11 años y 8 meses de prisión.
Estuvo también implicado, a pesar de estar preso, en la conspiración golpista del 27 de octubre de 1982. Consta que se entrevistó con el coronel Muñoz Gutiérrez, uno de los tres implicados estando en la prisión de Fuencarral. Sin embargo, apenas 8 años después, fue indultado y puesto en libertad el 1 de Julio de 1990 debido a su avanzada edad.
Nunca llegó a manifestar arrepentimiento por su implicación en el golpe. Tras salir de prisión, volvió a instalarse en su Madrid natal, donde murió de un tumor cerebral en 1997. Sus restos fueron sepultados en el Alcázar de Toledo, de acuerdo a sus deseos.

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